Con una pancarta en la que denunciaba «Tongo» en la final de Miss España, varios amigos y las cámaras de televisión enfocándola es como apareció la madre de una aspirante a Miss Sevilla en la final de Miss España que se celebró el pasado sábado en Toledo y donde no participó la niña de sus ojos, es decir su hija, que esa noche estaba de debate en La Noria criticando a la organización. Es lo que tiene este certamen, que sólo hay una Miss España y 51 candidatas a protagonizar una polémica y encontrar sus minutos de gloria en las parrillas.
A la madre en cuestión la policía local le invitó a que no formara escándalo con el megáfono con el que pretendía boicotear la ceremonia. Por otra parte, los amigos y familiares de la auténtica Miss Sevilla, Jesica Bueno, acudieron para apoyarla y silenciar los gritos de cuantos protestaban. Y entre medias, lo de siempre, protestas por pucherazo, tongo, favoritismos, cámaras ocultas, finalistas anunciados un día antes de la final… Lo dicho, 51 candidatas a la polémica que no se resignan a quedarse en el olvido.
Después de participar como miembro del jurado (un total de diez entre los que se encontraba el director de ABC Toledo Antonio González, Daniel de la Iglesia, Alicia Senovilla, Miss España en 1964 María José Ulla, la diseñadora María Lafuente, José María Íñigo, José Luis Uribarri, Gina Porcar y Javier de Montini) que vengan otros a hablar de tongo o cualquier otra chorrada es como para partirse de risa. Cuantos vaticinaron que Miss Sevilla era la ganadora se equivocaron.
Los que ahora dicen que ha perdido por haber salido con Feliciano López o por la campaña en contra también yerran. Después de casi tres horas de gala la decisión fue que Miss Teruelera la más votada. Alta y delgada, estudiante de INEF y natural de Elche (ni conoce Teruel), fue la más premiada por el jurado. Entregado el título, que empiece la polémica.










