Estaba catalogada como la «boda del año» y las expectativas se han cumplido. La boda entre Rafael Medina, hijo mayor de Naty Abascal, y la arquitecta bilbaína Laura Vecino se celebró ayer a la una del mediodía en la Capilla de San Juan Bautista del Hospital Tavera en Toledo, propiedad de los duques de Medinaceli y en cuyo interior descansan los restos mortales del padre del novio, Rafael Medina y Fernández de Córdoba, anterior duque de Feria.
Desde primera hora de la mañana, cientos de curiosos se fueron acercando hasta las inmediaciones de la capilla para no perderse la llegada de los más de setecientos invitados a la ceremonia de enlace, entre los que se encontraban representantes de la alta nobleza, empresarios, modelos, actrices, deportistas y periodistas. Todos cumpliendo con el correspondiente protocolo: ellos con chaqué y ellas con vestido corto y su correspondiente pamela o tocado al más estilo «ascot».
Entre los invitados se encontraban la duquesa de Alba, que despertó gran expectación entre los asistentes, con un traje rojo pasión de inspiración goyesca, acompañada por su inseparable novio, Alfonso Díez; Jaime de Marichalar; la familia Goyanes; Alicia Koplowitz; Carmen Martínez-Bordiú, que también apostó por el color rojo para su vestido, y su marido, José Campos; El Juli junto a su mujer, Rosario Domecq, y la ex tenista Arantxa Sánchez Vicario, con un vestido negro de encaje.
La más esperada La duquesa de Alba y su novio, Alfonso Díez, fueron de los invitados que más expectación despertaron a su llegada al enlace
El mundo de la moda también tuvo una nutrida representación. Entre los invitados estuvieron el diseñador italiano Valentino, íntimo amigo de Naty Abascal, y las modelos Nieves Álvarez, con un vestido en tonos granate; Eva Herzigova, que fue de las pocas invitadas que lució un vestido largo con motivos florales y un blazer en color beis, acompañada por su marido, Gregorio Marsiaj; Valeria Mazza y Alejandro Gravier; y María José Suárez, que acudió a la celebración sin su actual novio, Sebastián.
La que sí asistió a la boda acompañada por su nueva pareja, Rosauro Baro, fue la actriz Amaia Salamanca, espectacular con un vestido corto palabra de honor en tonos grises. Ambos llegaron acompañados por el presentador Boris Izaguirre, con un peculiar sombrero de copa que no pasó desapercibido.
Una de las invitadas que, sin duda, opta al título de la «más elegante» de la ceremonia, fue Paloma Cuevas, la mujer del diestro Enrique Ponce, que lució un impresionante vestido en tono rosa palo acompañada por una pamela.
Alejandra Prat, hija del ya fallecido presentador de televisión Joaquín Prat, asistió al enlace junto con su marido, Juan Manuel Alcaraz; Genoveva Casanova, ex mujer de Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la duquesa de Alba, lució un traje de chaqueta y falda gris; Alfonso y Marisa de Borbón; Carmen Posadas; Vicky Martín Berrocal, que vistió un original vestido en color salmón y complementos en tonos marrones; el jinete Álvaro Muñoz Escassi, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, acompañada por su marido, Ignacio López del Hierro, completaron la lista de invitados.
Sin embargo, los detalles de la ceremonia no han trascendido, ya que los recién estrenados marido y mujer han vendido la exclusiva de su boda a una conocida revista del corazón. Por este motivo, los novios y sus respectivas familias no desfilaron por la alfombra roja, ya que la noche anterior a la ceremonia ya durmieron en la casa ducal para evitar desvelar los secretos de la boda.











