Tal y como ser preveía, la cumbre del G-20 en Seúl ha concluido hoy sin fijar medidas concretas contra los principales problemas que frenan la salida de la crisis, como la «guerra de las divisas» y los desequilibrios comerciales.

AFP
Foto de familia de la Cumbre
Según recoge la declaración conjunta del encuentro, los países más industrializados y las potencias emergentes se han comprometido en la solución de ambos conflictos, pero no se han puesto de acuerdo en las medidas a tomar.
Los países más exportadores (China, Japón y Alemania) se oponen a poner límite al superávit comercial
La declaración final también persigue «desarrollar el conjunto de actuaciones que reduzcan los desequilibrios externos excesivos y mantengan los desequilibrios por cuenta corriente en niveles sostenibles». Como se intuía, tampoco en este aspecto ha habido acuerdo sobre cifras concretas y potencias exportadoras como China, Alemania y Japón han rechazado la propuesta de EE.UU. de limitar los superávits y déficits comerciales al 4% del Producto Interior Bruto (PIB) de cada país.
Ante la falta de consenso, el G-20 ha encomendado a sus ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales que desarrollen durante los próximos meses las líneas de trabajo para lograr tal fin. Tendrán de plazo hasta la próxima cumbre del G-20, que se celebrará en Francia en la primera mitad del año que viene.
Los expertos recuerdan que «no se trataba de una reunión de todo o nada»
Según Zhang Yimin, profesor de Finanzas en la escuela de negocios CEIBS de Shanghái, esta cita de Seúl es «sólo un pequeño paso hacia la reconstrucción a largo plazo del comercio mundial porque, con o sin cifras concretas, el problema de los desequilibrios comerciales continuará durante mucho tiempo».
A pesar de sus diferencias, el G-20 se mostró unido a la hora de «resistirse al proteccionismo en todas sus formas» y propugnó seguir avanzando hacia la liberalización del comercio mundial fijada en la Ronda de Doha.
Sí se ha acordado elevar las exigencias de capital a los grandes bancos
Las nuevas normas, más estrictas, entrarán en vigor en enero de 2013 y serán plenamente operativas en 2019. El próximo caballo de batalla en el G-20 será confeccionar la lista de bancos que deberán aumentar sus reservas de capital, ya que los americanos y europeos, como el BBVA y Santander, se verán más afectados que los asiáticos porque su presencia internacional es mayor. Pero, tras la «Batalla de Seúl», esa lucha se librará en próximas cumbres del G-20.







