Queda apenas un mes para que acabe el año, pero todavía se pueden tomar decisiones que pueden ser decisivas para recortar la factura de la próxima declaración de la renta.
La principal novedad para el próximo año es la supresión de la deducción por compra de vivienda habitual para los contribuyentes con ingresos superiores a los 24.107 euros que adquieran su casa a partir del 1 de enero. De modo que si tiene pensado comprar una casa, eche cuentas, le puede interesar adelantar la compra.
Hay expertos inmobiliarios que aseguran que la bajada de los precios de los inmuebles en los próximos meses o incluso años puede ser superior al ahorro fiscal de estar deduciendo la hipoteca durante 20 o 30 años, ahorrándose hasta un máximo de 1.350 euros por ejercicio y propietario de la vivienda. La bajada de precios es una posibilidad y la deducción es segura, por tanto usted debe plantearse si compra ya su casa y se garantiza el ahorro fiscal durante la vida de su hipoteca, o prefiere arriesgarse y esperar a que los precios bajen más.
A partir de enero, ni un euro más en la cuenta vivienda porque no podrá deducirse
Planes de pensiones
Si usted durante este año ha tenido ingresos extra fuera de su trabajo habitual y sospecha que su próxima declaración le va a salir a pagar, una buena forma de reducir la cuota es hacer aportaciones a planes de pensiones, mutualidades, planes de previsión asegurados, planes de previsión social empresarial o a seguros privados que cubran el riesgo de gran dependencia. También puede realizar aportaciones a nombre de su cónyuge y de discapacitados.
Los asesores fiscales de Asefiget desaconsejan, no obstante, hacer aportaciones a este tipo de ahorro para la jubilación si no se reciben rentas procedentes de rendimientos de trabajo o de actividades económicas.
Las cuantías máximas que podemos aportar son, como regla general, 10.000 euros o 12.500 si el contribuyente tiene más de 50 años. Aparte del límite absoluto existe otro relativo: el 30% de la suma de los rendimientos del trabajo y de actividades económicas. En caso de mayores de 50 años, el límite es del 50%.
Una forma de reducir la cuota es haciendo aportaciones a planes de pensiones
El ahorro fiscal que va a obtener con estas aportaciones será el resultado de aplicar el tipo marginal máximo de cada contribuyente a la cantidad aportada (ver tablas adjuntas). De modo que cuanto mayores sean sus ingresos mayor será el ahorro por las aportaciones que realice. Asefiget recuerda, no obstante, que se tributará por estas cantidades en el futuro, cuando se rescate el plan, y que si se rescata en forma de capital, las cantidades aportadas hasta el 31-12-2006, con los intereses generados, tendrán una deducción del 40%, pero el resto, lo aportado a partir de ese momento, no tiene ninguna deducción. Por tanto los asesores fiscales recomiendan comprobar con carácter anticipado los rendimientos que podría tener cuando se jubile, porque si son mayores que los actuales «podríamos encontrarnos con el absurdo de que el tipo por el que nos compensamos hoy sea inferior al que después tendremos que pagar». Es decir, que ahora nos ahorremos un 24% y luego tengamos que pagar un 37% o un 43%.
Plusvalías y minusvalías
Otro truco para pagar menos es vender activos en los que tengamos pérdidas acumuladas, un fondo de inversión, unas acciones... para compensar plusvalías que hayamos obtenido con otros productos financieros. También debemos repasar las declaraciones de años anteriores para comprobar si tenemos pérdidas pendientes de compensar, especialmente generadas en el año 2006, ya que 2010 sería la última oportunidad para compensarlas. En este caso venda acciones, fondos,... en los que acumule ganancias.
Se puede negociar con la empresa qué parte del sueldo se recibe en especie
No olvide echar un vistazo a las deducciones que tiene aprobadas su comunidad autónoma, quizás se pueda beneficiar de alguna. Y recuerde que los donativos también deducen.








