La semana en los mercados de deuda pública europea continúa bajo el signo de la alta tensión por los insistentes rumores de una petición de ayuda de Portugal al Fondo Europeo de Estabilización de la Eurozona y las importantes emisiones de títulos previstas.
Esta mañana ha sido el turno de Italia, que ha conseguido sin grandes dificultades colocar 7.000 millones de euros en bonos a 10 años a un tipo de interés del 2,06%, frente al 2,01% de diciembre. Este dato, junto con el hecho de que la petición de títulos haya superado en 1,6 veces la oferta, no aleja de todos modos los riesgos que se ciernen sobre las economías del sur de Europa por los temores de los inversores a que no se cumplan los planes en materia de reducción de déficit y de crecimiento económico, entre ellas la italiana, de lo que da cuenta el hecho de que, por ejemplo, en la colocación de deuda de diciembre la demanda fuera dos veces superior a la oferta de 4.000 millones de euros.
Portugal acudirá mañana a los mercados para colocar hasta 1.250 millones
Y fruto de este nerviosismo en relación a los títulos lusos es que en este país ya cotizan los bonos a diez años al 7%, frente al 5,5% de España. Las dudas de los inversores tanto respecto a Portugal como a España es que la combinación de déficit público elevado y bajo crecimiento económico den como resultado un posible impago de los títulos, de ahí que los inversores pidan una remuneración más elevada a cambio de financiar a estos países.
En este contexto, y para intentar despejar las dudas de los inversores, la Comisión Europea aprobará mañana el conocido como “Semestre Europeo”, que consiste básicamente en un examen "ex ante" de los presupuestos generales del Estado de los países de la Eurozona, de tal modo que se pueda comprobar con los números delante que los compromisos políticos en materia de reducción del gasto, y por tanto del déficit, y aumento de los ingresos, entre otras formas a través de mayores impuestos, se llevan realmente a cabo







