Economía

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El BCE interviene y compra deuda portuguesa para frenar el contagio a la periferia

Bruselas, un nido de rumores y desmentidos sobre un posible rescate inminente de Portugal como cordón sanitario para evitar el efecto contagio

Día 11/01/2011
AFP
Jean-Claude Trichet, ayer durante la rueda de prensa
El Banco Central Europeo (BCE) tuvo que volver a aplica ayer la política decidida en mayo de 2010 de intervenir en los mercados de deuda cuando la tensión sea muy elevada, como ha sido el caso de Portugal en los últimos días, que ha tenido que pagar un interés de hasta un 7,2% por la colocación de bonos.
En esta ocasión la intervención de la autoridad monetaria europea ha sido muy discreta y, pese a que los detalles no se conocerán hasta el próximo lunes, los operadores del mercado aseguraron que estaba comprando títulos de deuda de Portugal a 5 y 10 años, al tiempo que de Grecia e Irlanda, los otros dos países con más problemas para financiarse en los mercados de deuda
En este sentido, el BCE hizo público ayer un comunicado en el que da cuenta de su intervención en el mercado la semana pasada, periodo en el que compró títulos de deuda de los países de la Eurozona por importe de tan sólo 113 millones, hasta elevar las compras realizadas desde el pasado mayo a los 74.000 millones Este último paquete es sensiblemente menor a las intevenciones realizadas a finales de 2010, de hasta varios miles de millones semanales para calmar la tensión en los mercados de deuda soberana.
En busca de liquidez
Para financiar estos «gastos extras» el BCE anunció ayer que recabará liquidez en los mercados con una emisión de depósitos semanales remunerados a un tipo fijo de un 1%, actividad que explicó continuará en las próximas semanas, lo que abre la posibilidad de que esta necesidad de liquidez vaya aparejada a nuevas intervenciones en los mercados de deuda.
Mientras tanto en Bruselas la jornada volvió a ser un nido de rumores y desmentidos en torno a un inminente petición de ayuda de Portugal al Fondo de Rescate de la Eurozona
La rumorología, en lo que viene a ser ya todo un clásico, se originó esta vez también en Alemania, cuya prensa publicó ayer que ese país y Francia presionan a Lisboa para que solicite ayuda europea y evite el efecto contagio a los países más débiles de la Eurozona, entre los que está España, sobre todo porque nuestro país es la cuarta economía de la U y salir en su ayuda requeriría mucho más esfuerzo financiero por parte de los países que contribuyen al Fondo.
Alemania niega presiones
Desde Alemania el Gobierno federal rechazó tajantemente los rumores de presión sobre su socio portugués. El viceportavoz del Ejecutivo se cuidó incluso de mencionar por su nombre al país ibérico, «sea cuál sea el país», al asegurar que Alemania no habría presionado a nadie para pedir el rescate de la Unión Europea, «ni lo ha hecho en el pasado ni en el presente ni lo hará en el futuro», subrayó Christoph Steemans. Por su parte el ministro de Hacienda, Wolfgang Schäuble, aseguró que «nosotros no ejercemos presión sobre nadie. Sólo defendemos el euro», informa Ramiro Villapadierna desde Berlín.
Este desmentido oficial de Alemania, al que se añadió un «sin comentarios» con que salió al paso de las preguntas el Gobierno francés, fue corroborado también desde la CE, a la que se la supone informada de primera mano ya que participa también financieramente en el Fondo de Rescate, en el sentido de que negó la existencia de conversaciones sobre un posible rescate financiero de Portugal.
A pesar de todo este aluvión de declaraciones oficiales, la realidad es que otras más oficiosas, provenientes de fuentes comunitarias que pidieron el anonimato, aseguraron que el trabajo preparatorio para un posible rescate de Portugal ha comenzado y que se analizará en la reunión del Eurogrupo y el Ecofin que tendrán lugar la próxima semana en Bruselas pese a que la situación del país luso no está en el orden del día.
Todo apunta, y vista la experiencia de Grecia y de Irlanda, que la petición oficial del rescate es sólo cuestión de tiempo y que, finalmente, el Gobierno portugués del socialista José Sócrates no tendrá más remedio que acudir a la ayuda europea, pese a haber repetido que cumplirá con el objetivo de reducción del déficit público en casi un 3% del PIB este año hasta dejarlo en el 4,6%. Y, sin duda, esta semana será decisiva para saber hasta dónde los inversores están dispuestos a presionar a Lisboa para que pague más por su financiación, ya que el país luso tiene previstas una serie de emisiones de bonos a 5 y 10 años, en las que espera obtener entre 750 y 1.250 millones, concretamente el miércoles 12 de enero.
OCDE, jarro de agua fría
Mientras tanto, y en medio de tantas citas de subastas de deuda y rumores, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) echó ayer un jarro de agua fría sobre los países del sur de Europa al situar en perspectiva económica a la baja a Portugal y a España, aunque ambos países se mantienen por encima de la tendencia media a largo plazo que está en el nivel 100. En el caso de Portugal el índice de noviembre retrocedió 31 centésimas hasta quedar en los 100,86 puntos mientras que en España la bajada fue de 24 centésimas hasta los 102,56 puntos.
En otro orden de cosas, ayer se conoció que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó un desembolso de unos 160 millones de dólares a Islandia tras revisar su economía. En noviembre de 2008, el Fondo Monetario aprobó un crédito de 2.130 millones de dólares tras el colapso financiero sufrido por el país europeo.
El euro, por su parte, cerró ayer en 1,29 unidades frente al dólar, su nivel más bajo en cuatro meses, por los temores a un rescate de Portugal que podría hacerse extensivo a otros países de la Eurozona, como podrían ser el caso de España y Bélgica por sus dificultades de financiación.
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