El fondo soberano de China (China Investment Corporation, CIC), el cuarto del mundo por volumen de activos y brazo financiero del Gobierno del gigante asiático, llegará a España la próxima semana con la vista puesta en el sector bancario. Según ha podido saber ABC de fuentes financieras, el objetivo del fondo es analizar las oportunidades de inversión en el sistema financiero español y, de hecho, tiene previsto reunirse con dos de las mayores entidades españolas, BBVA y La Caixa, tras haberlo hecho ya con Santander hace un mes.
Este tipo de contactos son habituales en el mundo financiero, si bien las raíces de esta próxima cita nacen con la
visita a España del viceprimer ministro chino, Li Keqiang, que fue recibido por el presidente del Gobierno a principios de este mes. La delegación china reconoció entonces en La Moncloa tener «mucho interés» en el mercado financiero español. De hecho, durante ese encuentro, BBVA y el Banco de Desarrollo de China acordaron cooperar «principalmente en los países iberoamericanos» en financiación de proyectos, servicios comerciales y banca corporativa.
La «cumbre» remató con la firma de 16 acuerdos y contratos por 5.547 millones de euros. Y es que las relaciones bilaterales entre China y España han crecido como la espuma en la última década. Las empresas españolas han invertido con fuerza en el gigante asiático y también las chinas han cerrado varias operaciones con empresas españolas. En octubre de 2010, la petrolera Sinopec entró en el capital de Repsol Brasil, adquiriendo un 40% de ésta. A finales del pasado mes de septiembre, la empresa BYD (Build Your Dreams), uno de los líderes mundiales en el sector de las baterías eléctricas y clave para el desarrollo del coche eléctrico —ya suministra el 25% de las baterías de teléfonos móviles a nivel mundial—, firmó un acuerdo con el grupo vasco Bergé para su distribución en España. También el presidente de Endesa, Borja Prado, recibió a su homólogo en BYD, Chuanfu Wang, para firmar un acuerdo de colaboración para el almacenamiento de energía en baterías.
Por su parte, la entidad china ICBC ha decidido
abrir oficinas en España para competir en banca minorista. Éste es uno de los mayores bancos chinos con casi 390.000 empleados, una capitalización bursátil que roza los 170.000 millones de dólares y 18.000 sucursales en 110 países. La sucursal española dependerá de la filial que el banco chino tiene en Luxemburgo. El director del negocio en España va a ser
Gang Liu, procedente de la filial luxemburguesa. En Europa el grupo ya tiene oficinas en Reino Unido, Luxemburgo y Alemania. Planea abrir en Madrid, Ámsterdam, Bruselas, Milán y París. Tampoco descartan compras en Europa.
Más que interés económico
Como fuere, uno de los elementos comunes a todas las inversiones chinas fuera de sus fronteras es precisamente ese fondo soberano de inversión, CIC, controlado por el régimen y motor de su política expansiva. Encargado de manejar las reservas de divisas del gigante asiático, las mayores del mundo con dos billones de euros, su misión es acometer inversiones en el extranjero —en materias, primas, energía y el sector bancario, por ejemplo— para dar salida a esa nutrida cartera y generar nuevos beneficios para la República Popular. Así, recientemente se ha convertido en el accionista mayoritario de Citibank y compró el 10% de Morgan Stanley.
Ahora bien, los fondos soberanos actúan también como un potente instrumento político al servicio de los gobiernos. Una de las actuales metas de China es diversificar esa cartera de reservas, copada de dólares, con euros. Para lograrlo se ha lanzado a comprar deuda pública en las subasta de Grecia, Irlanda, Portugal y España. Esas adquisiciones suelen ir acompañadas de grandes proyectos empresariales e inversiones en obra civil en esos mismos países. China compra así el apoyo de estas naciones ante la Unión Europa en temas como el cambio climático, el armamento nuclear o la lucha contra la pobreza.
Los autónomos hablan mandarín
El número de trabajadores autónomos extranjeros afiliados a la Seguridad Social en nuestro país aumentó un 0,7% en 2010, hasta los 198.932, según ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos). Ese ligero crecimiento se ha debido a la fuerte subida del colectivo chino que, con 4.777 altas más durante el año pasado (+17,4%), compensó las caídas de otros grupos importantes, como los rumanos y los bolivianos. Los primeros cayeron casi un 10% (2.367 autónomos) y los segundos un 7,2%. «Estos datos reflejan cómo ante el significativo descenso de trabajadores extranjeros del régimen general, el autoempleo se convierte en una salida y alternativa eficaz para muchos de ellos», señaló Guillermo Guerrero, responsable del área de autónomos inmigrantes de ATA.
Hay que recordar que el número total de autónomos afiliados a la Seguridad Social en nuestro país bajó en 58.089 en 2010 (1,84%), hasta los 3.104.248 trabajadores.
En cuanto a los autónomos extranjeros, la construcción siguió siendo el sector más castigado, con una pérdida de 5.787 trabajadores a lo largo de 2010, siendo éste el que mayor porcentaje de autónomos rumanos y ecuatorianos registra. Sin embargo, estas bajas se compensan con el aumento de negocios de hostelería y el comercio, que vieron incrementar el número de emprendedores un 5,6% en el caso de la hostelería (2.060 autónomos extranjeros más) y un 7,6% en el del comercio (3930 nuevos autónomos).
Por sexos, las mujeres extranjeras que han iniciado una actividad económica en 2010 han aumentado significativamente (6,1%), mientras que los negocios encabezados por varones han disminuido un 2%.