La cifra de desempleados a nivel mundial se situará en 2011 en 203,3 millones de personas, lo que supone una tasa de paro del 6,1%, apenas una décima por debajo del nivel registrado en 2010 y unos 14 puntos menos que la tasa de paro española, según calcula la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En un informe titulado 'Tendencias mundiales del empleo 2011: el desafío de la recuperación del empleo', la OIT subraya que a pesar de la recuperación observada en varios indicadores macroeconómicos, ésta no es suficiente para permitir un descenso significativo del desempleo. Así, la organización advierte de que persisten "altos niveles de desempleo y un creciente desaliento en los países desarrollados", mientras que en las economías emergentes y en desarrollo se registran "niveles altos de empleo vulnerable y pobreza laboral", lo que contrasta fuertemente con la recuperación de varios indicadores macroeconómicos clave como el PIB mundial, el consumo, el comercio mundial y los mercados bursátiles, que lograron recuperarse en 2010, superando los niveles anteriores a la crisis. De este modo, el desempleo mundial se ubicó en 205 millones de personas en 2010, con una tasa de paro mundial del 6,2% y casi lo mismo que en 2009, y 27,6 millones por encima que en 2007, en vísperas de la crisis.
Hay 27 millones de personas más en paro que en 2007
Los países desarrollados, más afectados
Por otro lado, el informe señala que el 55% del aumento en el desempleo mundial entre 2007 y 2010 se registró entre las economías desarrolladas, si bien la región sólo representa el 15% de la fuerza de trabajo a nivel mundial. Por contra, en diversas economías del mundo en desarrollo, como Brasil, Kazajstán, Sri Lanka, Tailandia y Uruguay, las tasas de desempleo disminuyeron por debajo de los niveles anteriores a la crisis. A nivel mundial, se estima que 1.530 millones de personas son considerados como trabajadores vulnerables en 2009, lo cual equivale a una tasa de empleo vulnerable de 50,1%. La incidencia del empleo vulnerable casi no ha cambiado desde 2008, lo cual contrasta fuertemente con el continuo e importante declive registrado en los años anteriores a la crisis.
El empleo juvenil, prioridad mundial








