El Gobierno se enfrenta hoy al trago de escuchar en el Congreso el rechazo de todos los partidos de la oposición —salvo PNV y CC— al pretendido retraso de la jubilación a los 67 años, la medida estrella de una reforma que el Ejecutivo aprobará el próximo viernes tras un camino tortuoso de diálogo y negociación con los agentes sociales en el que no ha faltado la convocatoria de una segunda huelga general por parte de UGT y CC.OO.
Si hace unos días el Ejecutivo se mostraba dispuesto a rebajar de 41 a 39 años los años que con la nueva reforma se exigirán para que un trabajador pueda jubilarse a los 65 años, en aras de un acuerdo con los sindicatos, ayer retomaba la idea inicial desconcertando así a las centrales sindicales. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, insistió en la propuesta de máximos, aunque aclaró, eso sí, que la implantación de los nuevos mínimos se realizará de forma flexible, ya que el cambio comenzará en enero de 2013 y concluirá en 2027.
Hoy el Gobierno tendrá que escuhar duros reproches a sus planes de reforma. El Pleno del Congreso aprobará el informe de recomendaciones de la comisión del Pacto de Toledo con el rechazo explícito de PP, CiU y las minorías de izquierda al retraso en la edad legal de jubilación de 65 a 67 años. Estas grupos han presentado un conjunto de votos particulares al informe de recomendaciones de la comisión y si bien no han logrado consensuar un texto conjunto de rechazo, confían en una derrota parlamentaria del PSOE, que como aliados volverá a tener a sus socios parlamentarios a PNV y CC.
El titular de Trabajo endurecía ayer la propuesta del Gobierno después de reunirse con las comunidades autónomas para analizar el desarrollo de las políticas activas de empleo durante 2011, a las que anunció que recibirán 3.157 millones de euros para el desarrollo de estas políticas.
El ministro aprovechó el encuentro también para animar a las empresas «a adelantar sus decisiones de contratación» con el nuevo plan de choque contra el desempleo que aprobará el Ejecutivo, en el que se contemplan estímulos para contratar a tiempo parcial a jóvenes menores de 30 años y parados de larga duración. Gómez explicó que estos estímulos consistirán en una reducción de cotizaciones durante un máximo de un año y que el contrato a tiempo parcial que se efectúe podrá ser indefinido o temporal, de al menos seis meses de duración y con una jornada de al menos el 50% de la habitual.
El ministro explicó que esta rebaja de cuotas sólo se plantea en el caso de la contratación a tiempo parcial porque es razonable en el momento actual de crisis y señaló que la medida ayudará a crear empleo y no a sustituir el que ya hay, más caro, por otro más barato. «No va a suponer un coste global para las finanzas públicas porque va a reducir el gasto en prestaciones por desempleo y nos vamos a ocupar de que no provoque un efecto sustitución», apuntó.
El Estado pagará 350 euros
Gómez explicó que este plan de choque contempla además acciones de cualificación profesional para quienes hayan agotado su prestación. Las personas que participen en estas acciones y que carezcan de rentas económicas suficientes podrán cobrar una ayuda mensual de 350 euros durante medio año. El ministro dejó claro que la financiación de este programa formativo correrá a cargo del Estado.
