Nicolas Sarkozy ha asegurado que ni Alemania ni Francia abandonarán nunca la moneda común: «Puedo asegurarles que ni Merkel ni yo dejaremos nunca, jamás, me han oído bien, caer el euro. Nunca». El mensaje del euro, ha clamado el presidente, «es un mensaje muy simple: es tan importante que siempre saldremos al encuentro donde sea para defenderlo».
Sarkozy ha recalcado que, a diferencia de los análisis necrológicos sobre el euro, «esos artículos de prensa son agua pasada, pero el euro es lo que permanece». La cuestión del euro, ha insistido «no es un asunto simpemente monetario, no es sólo una cuestión económica, es un asunto identitario» para la Unión Europea. El presidente francés ha expuesto las prioridades de su presidencia de turno al frente del grupo de los 20 (G-20) así como del G-8 de las potencias, ello con vistas a una mejor gobernabilidad de las finanzas mundiales y la lucha contra la especulación.
La presidencia francesa del G-20, considerado ahora el nuevo foro decisivo de la economía mundial por incluir al bloque BRIC de los emergentes, se inscribe ahora «en la voluntad de hacer una presidencia abierta y que juegue colectivamente, asociando estrechamente a todos los actores económicos y no sólo a los socios del G-20». Un año después de un duro discurso, desde este mismo podium de Davos, contra los especuladores globales y solicitando nuevas reglas de contención, que no han sido bien recibidas por los empresarios, el presidente francés ha realizado un repaso a los avances y reveses durante la presente crisis, en el esfuerzo por manejar la crisis financiera y económica y sacar lecciones para el futuro.
Sarkozy defiende introducir una tasa sobre las transacciones financieras a los países en desarrollo
París busca utilizar instrumentos del FMI como los derechos especiales de tirada (DTS) para gestionar los intercambios de materias primas, con una mayor transparencia sobre las partidas y almacenamientos de productos agrícolas, así como una mejor coordinación internacional para establecer dispositivos que limiten las restricciones a la exportación.
Trichet defiende un fondo de rescate más flexible
El presidente del Banco Central Europeo no tiene intención de «dictar medidas a los gobiernos» pero ha insistido en Davos en una flexibilidad del fondo de rescate europeo, cuya culminación ha de ser que pueda comprar obligaciones de países con problemas en el mercado de deuda.
Eso «es parte de la flexibilidad completa» por la que aboga el BCE, dice Trichet, lo que incluye una ampliación del fondo para dotarlo de una mayor maleabilidad, ha dicho Trichet en una entrevista durante el Foro Económico Mundial. Trichet no ha querido en cambio «añadir nada» sobre el curso de las presiones inflacionistas sobre los precios, más allá de lo que ya comentó en el último comunicado del Comité Ejecutivo del BCE, cuando se decidió mantener los tipos de interés en el mínimo histórico del 1%.
«Estamos haciendo un llamamiento para que todos los socios hagan su trabajo»
El éxito de las subastas de deuda en países lastrados de la eurozona como Portugal, España o Italia, así como las promesas por parte de los líderes de la Unión Monetaria, de anunciar un nuevo paquete de medidas anticrisis en la cumbre del 24 y 25 de marzo, han contenido el contagio, tras un incierto comienzo de año que llevó a ciertos rumores sobre la propia supervivencia del euro.