Es un magnífico central y el Real Madrid desea convertirle en el defensa mejor pagado de la historia del club. Le ofrece una renovación con 3,5 millones de euros anuales, más unos capítulos variables que pueden aumentar la cantidad a 4,5, en un contrato por cuatro temporadas. Una consideración suprema en una entidad que ha contado en sus ciento nueve años de existencia con zagueros de la categoría de Santamaría, Marquitos, De Felipe, Zoco, Benito, Sanchis, Alkorta y el sensacional Fernando Hierro, probablemente el mejor líbero que ha dado el fútbol español. Pero Képler Laveran Lima, «Pepe», piensa que su rendimiento merece una ficha superior. Comenzó con una solicitud de 5 millones y ha bajado sus pretensiones a 4 fijos por campaña. La casa blanca no acepta esa remuneración. Sería romper el equilibrio económico interno de la plantilla. Si cede con el brasileño, otros jugadores querrán ascender de baremo. La oferta de los responsables de la entidad se mide por un parámetro: «Pepe tendría la misma ficha que Higuaín».
La comparación es justa y no odiosa. El delantero argentino se ganó en el campo la duplicación de sus emolumentos, con un rendimiento ejemplar. Y el equipo madrileño presenta al central un «ascenso» similar. Pasaría de los 1,8 millones, que gana desde 2007, a los 3,5. El número de partidos disputados y los títulos pueden engrosar esos números hasta 4,5. Sergio Ramos tiene pactado un convenio similar, que finalizará en 2017. Es el estatus de los defensas internacionales de alto rango.
Los dos, Sergio y Pepe, han recibido ofertas tentadoras desde hace tiempo. El Milán intentó conseguir al sevillano, cuya polivalencia es un seguro de vida, el verano pasado. El Real Madrid reaccionó ante la situación. Ramos deseaba quedarse y su continuidad es un hecho. Pepe interesa al Manchester City, al Chelsea, al Manchester United y al Barcelona. Los ingleses le proponen esos cinco millones que hoy siembran la divergencia de posturas.
Mourinho le aconseja que se quede en el Real Madrid. Es su equipo ideal, donde ya ha triunfado. Marcharse a Inglaterra sería una incógnita. Su entrenador le defiende con demostraciones de apoyo que calientan la negociación: «Con Pepe defendemos mejor y se juega mejor». El técnico pide flexibilidad para llegar a un acuerdo.
Proclive a las lesiones
La diferencia de medio millón de euros entre el futbolista y el club es más conceptual que económica. El central destaca que en 2007 admitió venir con una ficha «menor», 1,8 millones, dado el alto coste del traspaso desde el Oporto: 30 millones. Ahora pretende que se le reconozca aquel esfuerzo y su rendimiento en el campo. El Real Madrid pone a Sergio Ramos como ejemplo: el andaluz acepta un contrato parecido al suyo, está capacitado físicamente para disputar todos los partidos sin descansar y es campeón del mundo. Hay un capítulo que la entidad no hace explícito públicamente pero que influye en las conversaciones: el brasileño es víctima de bastantes lesiones. El 12 de diciembre de 2009 tuvo una grave dolencia en la rodilla derecha —se partió el ligamento cruzado anterior— y periódicamente acusa problemas musculares. Ahora acaba de recuperarse de la rotura de fibras que sufrió el día de Reyes ante el Levante. Consecuencia: un mes de baja. Pepe espera reaparecer el domingo frente al Español.
Hay tiempo para la entente. El jugador posee contrato hasta 2012 y el club tiene «año y medio para alcanzar» un pacto. No se siente presionado por los ricos ingleses que le ofrecen al brasileño «el harén» de los cinco millones. «La renovación de Higuaín también duró un año y al final se llegó a un acuerdo», advierten en la casa blanca. Mourinho cuenta con él para el futuro. Y los dirigentes.







