La subida del IVA, la supresión de la deducción de los 400 euros en el IRPF, del gas y la electricidad, la rebaja del sueldo a los funcionarios, la congelación de las pensiones... y ahora medidas de ahorro energético para hacer frente a la escalada del petróleo, que tienen como protagonista una reducción del límite de velocidad en autovías y autopistas para automóviles y motocicletas de 120 a 110KM/h.
España se ve obligada a echar el freno desde hoy a las seis de la mañana, cuando ha entrado en vigor una medida que se aplicará hasta el 30 de junio, pero con posibilidad de prórroga si persiste la inestabilidad en el norte de África y los precios del petróleo no vuelven a su estado natural. Temporal también será desde hoy, en un guiño al transporte público, una rebaja del 5% en las tarifas de Renfe en media distancia y cercanías, aplicable a los billetes sencillos y los distintos abonos y no muy bien recibida por algunas regiones como Madrid o Cataluña.
El frenazo brusco en autopistas y autovías llevará implícitos unos gastos por el cambio en la señalización (se utilizarán pegatinas para modificarlas) que se calculan en alrededor del cuarto de millón de euros, una cifra a la que habrá que sumar el coste de tener que recalibrar los radares fijos. Y si se cumplen las estimaciones de los técnicos de Hacienda, las cosas no pueden ir tan bien para el Estado, que dejaría de recaudar 620 millones en concepto de impuestos si se cumplen las estimaciones de reducción del consumo, nada claras, por otro lado, y varias veces corregidas.
En su primera aparición tras la aprobación de la medida a finales de febrero, el vicepresidente Rubalcaba habló de un 15% de ahorro, porcentaje que el ministro Blanco aumentó hasta un 22% y que el de Industria, Miguel Sebastián, dejó en un raquítico 3%. El Gobierno no es capaz de calcular el ahorro de su medida estrella ¿Y los expertos? Hay clara unanimidad en que la redación entre la reducción de la velocidad y el ahorro de combustibles no está demostrada. Las claves para economizar gasolina, dicen, están en una conducción eficaz —hay que circular siempre con marchas altas— y en la renovación del parque automovilístico.
Fantasma recaudatorio
En el transfondo los que asoma tras la medida del Gobierno es el fantama de la voracidad recaudadoria. Según Automovilistas Europeos Asociados, Tráfico recaudará unos 21 millones extras con el límite de velocidad. Conducir entre 111 y 141 km/h en autopista o autovía a partir de hoy lunes se multará con 100 euros, aunque Tráfico no retirará puntos del carné de conducir hasta sobrepasar los 151 km/h, como hasta ahora, según la modificaciones a la Ley de Tráfico aprobadas por Real Decreto este viernes en el Consejo de Ministros.
Fuentes de la DGT han explicado aque conducir entre 111 y 140 km/h se multará con una sanción económica de 100 euros, entre 141 y 160 km/h con una multa de 300 euros y, únicamente en el caso de que se superen los 151 km/h, también con la retirada de dos puntos.
Hasta ahora, con el límite de velocidad en autopista y autovía a 120 km/h, los excesos de velocidad entre 121 y 150 euros estaba castigado con una multa de 100 euros y sin retirada de puntos, mientras que un exceso entre 151 y 170 km/h se multaba con 300 euros y la retirada de puntos. De esta forma, con la entrada en vigor de los nuevos límites de velocidad se mantiene el límite de 151 km/h a partir del cual se perderán puntos por conducir en autopista y autovía, aunque las multas cambian, ya que si antes en autovía y autopista se multaba con 300 euros un exceso de 151 a 170 km/h, a partir de hoy se multará con esa cuantía los excesos de entre 141 y 160 km/h.
Además, cambian el resto de sanciones, de manera que excesos de velocidad de entre 161 y 170 km/h se multarán con 400 euros; de entre 171 y 180 km/h, con 500 euros; y de más de 181 km/h, 600 euros. Mientras, hasta ahora, en autovía y autopista, la multa de 400 euros era para excesos de entre 171 y 180 km/h; la de 500 euros, entre 181 y 190 km/h; y la de 600 euros, a partir de 191 km/h.
Pisar el freno y rebajar los billetes de tren no son las únicas ocurrencias del gabinete socialista para hacer frente a la escala del precio del crudo. Hay otras medidas no menos llamativas como es la puesta en marcha de un plan renove para neumáticos, una medida que consistiría en utilizar gomas de la más alta eficiencia para economizar hasta 0,3 litros de carburante por cada 100 kilómetros de recorrido del que se beneficiaría sólo un 0,2% de los vehículos. Y, también cambios en la iluminación de los municipios y edificios públicos.







