Lisandro López (Argentina, 1983) es el embajador del miedo para el Madrid. El año pasado fue indescifrable para los defensas madridistas, que le cogieron un miedo enorme, pues les dobló en cada contragolpe y en cada llegada.
En el partido de ida, Lisandro no jugó, convaleciente de una lesión absurda, pero hoy estará en el campo. Aunque su año no está siendo muy brillante tocado por las lesiones, en el último tramo ha resurgido y a pesar de su discontinuidad sus cifras hablan por él: en 19 remates ha conseguido 12 goles, lo que habla de una efectividad creciente.
Pero más allá de eso, Lisandro contagia épica y heroísmo en el vestuario. El año pasado pintó en la pizarra un «Moriremos juntos», que vino a ser como aquello de «Bad Boys II»: «Cabalgamos juntos, morimos juntos» que inflamó a sus compañeros de vestuario ante el excesivo pavoneo que habían adivinado en el rival blanco. En suma, que elMadrid le tiene mucho miedo por lo que juega fuera y dentro del terreno de juego.







