Jean Claude Trichet parece dispuesto a cumplir su amenaza: subir en abril los tipos de interés ante el repunte de la inflación, empujada por el encarecimiento del petróleo. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) salió ayer a la palestra para alimentar el debate: el precio actual del crudo no justifica una medida de tal calado, concluyeron sus expertos en un informe. Y frente a esta tesis, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, aseguró ayer que España afrontaría sin problemas una subida del precio del dinero. «Dependería de qué nivel pero, en todo caso, la podríamos absorber sin dificultades», dijo ayer la ministra. Eso sí, no dudó en aclarar: «Es verdad que tendríamos alguna complicación más, pero solo a corto plazo», añadió en una entrevista a «Onda Cero». La mayoría de los analistas consultados coinciden en que una subida de los tipos en estos momentos de recuperación económica endeble sería fatal para las economías más débiles de la zona euro. Esto es: Grecia, Irlanda, Portugal y España.
El efecto inmediato de la advertencia de Trichet el 3 de marzo fue el repunte del Euribor. Ayer se situaba en el 1,945%. De cumplirse las previsiones de los expertos —que cierre 2011 en el 2,5%—, cada español pagaría una media de 600 euros más al año por su hipoteca, como ya informó este diario. «Supone dedicar buena parte de la renta a la hipoteca, y eso es menos consumo», dice Rafael Pampillón, profesor del Instituto de Empresa. Con un Euribor alto se complica también la financiación a las empresas. Y en definitiva la recuperación económica —y la salida de la crisis— se ralentizaría todavía más.
En lo que coinciden con Salgado los economistas es en que el efecto de una subida de tipos dependerá de la cifra que elija Trichet, que por ahora descarta desvelar. José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi España, estima que los tipos subirán un 0,25% el próximo mes. Y que cerrarán el año en torno al 1,5 o 1,75%. Lo que nadie duda es que el banquero francés no está cómodo con el mínimo histórico del 1%, en el que permanecen desde mayo de 2009. «Es bajo para la tasa de crecimiento del conjunto de la Unión», dice Campuzano, quien prevé más subidas en 2011.
Volver a 2008
Salgado insiste en que, por su independencia, el regulador monetario hará «lo que considere mejor para la zona euro». No menos cierto es que hay una eurozona de dos velocidades, en cuanto a crecimiento económico e inflación. «Pero el BCE no puede mirar sólo por un país», dice José Ramón Pin Arboledas, profesor de IESE Business School. La inflación en la zona euro subió en febrero al 2,3%, superando el límite del 2% que se había fijado el Banco. Trichet culpa de este traspié al encarecimiento del petróleo, que ayer seguía en los 115 dólares el barril de Brent.
Pero para la OCDE, el reciente repunte de los precios del petróleo tendrá «un impacto modesto» en la economía. Al precio actual del crudo, restaría medio punto al crecimiento de los países de la OCDE en 2012 y sumaría un 0,75% a la inflación, según calcula el «club de los países ricos» en una análisis publicado ayer. Como alternativa a la subida de tipos, este organismo propone prevenir que las expectativas de inflación se alejen de los objetivos marcados como en 2008, cuando el precio del barril rozó los 150 dólares y la inflación estaba en un nivel similar al de ahora.
