Un supuesto amante, su ex más feliz que nunca con su mujer y, para colmo, su «agüela» en el hospital. Está claro que Belén Esteban no gana para disgustos, pero aunque pueda parecer imposible, la Princesa del Pueblo saca fuerzas de flaqueza y advierte que cuando todo esto acabe, llegará su momento. La guerra está servida.
«Quiero que quede muy claro que no voy a trabajar por mi abuela, no por nada. Que yo no tengo miedo a nada ni a nadie», afirmó la co-presentadora de «Sálvame» al entrar a su casa, recalcando los motivos por los que tiene libre estos días que, curiosamente, han coincidido con la exclusiva de Jesús Janeiro y María José Campanario.
Sobre David, el supuesto amante que estuvo con Belén Esteban mientras ella mantenía una relación con Jesulín de Ubrique, la de San Blas afirma: «Cuando dices que tienes una relación con una persona se necesitan pruebas, pero esto se va a arreglar y se va a aclarar todo porque solo hace falta pedir el ADN de mi hija para ver quién es el padre y ya bueno... », dijo súper indignada.
La co-presentadora, dado el estado de salud de su abuela quien ha sufrido un ictus cerebral, aún no ha acudido a «Sálvame», pero sí lo ha hecho Toño Sanchís, su representante, quien explica cómo se encuentra Belén que, al parecer, lo está pasando «muy, muy, muy mal» porque su abuela es el vínculo más fuerte que guarda de su padre.
Además, Toño reconoció que las declaraciones de Jesulín de Ubrique han afectado a la Esteban. En la revista Hola, su ex novio confiesa que fue él quien echó a Belén de Ambiciones, pero se guarda las razones: «Las contaré cuando escriba mis memorias. Ella lleva diez años contando historias y se ha hecho rica. Que lo disfrute», asegura el torero y añade además que cuando él estaba en el hospital pidió ver a su hija y se lo negaron: «Jamás lo perdonaré».