Es el delantero principal para Mourinho. El hombre que le concede una confianza total en la delantera. Gonzalo Higuaín (Brest, Francia; 10-12-1987) tenía problemas en la espalda desde la pasada temporada. Y en la presente ya no pudo más. La hernia discal le derrotó. A él, goleador del Real Madrid. A él, elegido por el entrenador portugués como titular. Tuvo que operarse el 11 de enero. Acudió al mejor especialista del mundo. Richard G. Fessler. Se habló de una baja de cuatro meses. El técnico luso dijo que solo le podría alinear en los últimos partidos de Liga, en mayo.
El 11 de marzo, dos meses después de la intervención quirúrgica, ya corría por la ciudad deportiva madridista. El 23 de marzo disputó un partido de una hora. El 24, otro encuentro de sesenta minutos frente al Real Madrid C. La programación se cumplía de manera perfecta. Lo mejor es que el «Pipa» marcó dos goles con una facilidad pasmosa. Uno, de vaselina. Otro, a pase de Adebayor. Devolvió el regalo al africano con otra asistencia que Emmanuel refrendó en acierto. Pardeza presenció el espectáculo junto a Mourinho, al borde del campo. Había sonrisas de felicidad. El argentino se ha puesto a punto muy rápidamente. Quiere reaparecer ya. pero el Real Madrid le echa el freno. No quiere precipitación. Ayer volvió a trabajar en el gimnasio.
Gonzalo sudó bajo techo al lado de Cristiano Ronaldo, Kaká y Gago. En el césped estuvieron Granero, Pedro León, Lass, Adán, Dudek y Adebayor, que se ejercitaron junto a la platilla del filial. Toril, el «mago» que ha transformado al Real Madrid Castilla, dirigió la sesión, mientras Mourinho supervisaba.
