Más volcada al dance que nunca. Así se presenta Britney Spears en su nuevo disco, una colección de canciones con las que pretende asaltar las discotecas y que, según ha apuntado parte de la crítica, incluye alguno de los mejores temas que ha facturado nunca.
Contrariamente a lo que indica el título de su nuevo álbum, «Femme Fatale», Britney Spears está embarcada desde hace un par de años en un intento de lavar su imagen, tras verse arrastrada por el fango a causa de sus múltiples problemas personales. Eso cambió con el lanzamiento de «Circus», que vendió más de tres millones y medio de copias en todo el mundo. Desde que acabara la promoción de ese disco, la cantante ha estado trabajando duro en el que ha descrito como su «mejor álbum» hasta el momento.
Los resultados no se han hecho esperar. El primer single, «Hold it against me», se aupó al primer puesto de la lista Billboard Hot 100 Singles nada más salir al mercado. Casi medio millón de copias se habían vendido en iTunes durante su primera semana a la venta. Destronaba así a Taylor Swift, que hasta entonces ostentaba el récord en la tienda digital.
En primera línea de fuego
Producido por Max Martin y Dr. Luke, «Femme fatale» refleja el estado personal y profesional de la artista, con canciones que harán bailar a su legión de devotos cono «Till the words end», «Trip to your heart» o «Big fat bass», en la que cuenta con la colaboración de will.i.am, de The Black Eyed Peas. El enorme despliegue mercadotécnico que acompaña cada paso de la cantante garantiza prácticamente unas ventas millonarias, especialmente si tenemos en cuenta que las primeras críticas nada más filtrarse el trabajo fueron de lo más positivas. Britney ha vuelto y no va a dejar que nadie la aparte de nuevo de la primera línea de la industria musical.






