Las habituales llamadas de atención del Fondo Monetario Internacional, de cara a su cumbre de primavera en la capital de Estados Unidos, esta vez se han dirigido también hacia el país anfitrión. En su informe semestral, el FMI insiste en que la Administración Obama debe empezar con carácter de urgencia a plantar cara a sus graves problemas fiscales. Un esfuerzo doloroso que debe comenzar este mismo año si es que la mayor economía del mundo quiere mantener el objetivo, asumido en el marco del G-20, de reducción del déficit a la mitad para el 2013.
El crecimiento americano se encuentra muy por debajo de su potencial
De acuerdo a las exhortaciones del Fondo, Estados Unidos «necesita urgentemente una estrategia creíble para estabilizar la deuda pública en el medio plazo» y avanzar en la consolidación fiscal durante el 2011. Ya que el déficit presupuestario para este año alcanzará un 10,75% del PIB americano, sin comparación entre las economías adelantadas. Además, la deuda bruta del gobierno federal superará probablemente el 110% del PIB en 2016, con el riesgo de desestabilizar los mercados de bonos a nivel mundial.
Obama presentará este miércoles su propio plan de ajuste
A escala global, la última edición del informe «Perspectivas Económicas Mundiales» del FMI insiste en que a pesar de grandes problemas internacionales, el crecimiento de la economía mundial llegará a crecer un 4,4% en este año y un 4,5% en el 2012. La envidiable expansión registrada por China y la India podría ser capaz de compensar otros factores negativos como el cataclismo sufrido por Japón, las revueltas en los países árabes con incidencia en el precio del petróleo o la lenta recuperación de las economías más avanzadas.







