Cuando Mourinho llegó al Real Madrid se encontró un club que aceptaba con resignación su aspiración a un solo título a partir de marzo. No entendía cómo algunos de sus predecesores tiraban la Copa en enero, sacando suplentes por doquier. Y lo que no entraba en su cabeza era que el club llevara seis años sin superar esa eliminatoria europea y ocho temporadas sin alcanzar las semifinales.
La última vez fue ante el Juventus, en mayo de 2003, y la derrota significó el fin de la era de Vicente del Bosque. Ahora, el portugués ha comenzado otro ciclo. Ha clasificado al Real Madrid para las semifinales de la Copa de Europa y para la final de Copa. El Barcelona será el que le dará o le quitará la gloria.
Ocho temporadas sin afrontar las semifinales de «su torneo» son demasiado tiempo de decepciones para un club que hizo de la competición continental su bandera. El 14 de mayo de 2003, el Juventus dejó fuera de combate a un conjunto liderado por Hierro, Raúl, Zidane y Figo. El 3-1 en el estadio Delle Alpi, que remontó el triunfo por 2-1 de la ida, pasó una factura muy cara. El once italiano llegó a ir venciendo por 3-0. Zidane, al final, maquilló con el 3-1 una derrota muy cruda.
Después del éxito de la Liga de Campeones 2002, la decepción de la campaña 02-03 fue aprovechada para dar un cambio de timón en el club. Se echó en cara al preparador salmantino que no se atreviera a a sentar a Figo en la cancha juventina. El delantero portugués falló un penalti en el momento clave del encuentro, con un 2-0 en contra. No se dijo nada de la personalidad del responsable del equipo para mantener a Ronaldo en la reserva. El brasileño salió a los 52 minutos, aún con el 2-0, en busca de una reacción que no llegó. Del Bosque y Hierro pagaron los platos rotos.
Ahora, invicto en Europa
Ni el título liguero evitó que ambos se tuvieran que marchar del Real Madrid nada más celebrar el éxito. Se consideró que ambos terminaban sus ciclos en el equipo. Ahora, Mourinho ha comenzado otro. Lleva a cabo otra renovación. Futbolística y mental. Los datos le avalan.
Por primera vez desde 2003, el Real Madrid lucha por la consecución de las tres competiciones en abril. Es semifinalista en Europa y finalista en la Copa. No ha perdido un partido en Liga de Campeones. Es el que mejor números presenta de los cuatro clasificados. Suma ocho victorias, dos empates, 24 goles a favor y 3 en contra. Solo ha perdido cuatro encuentros esta temporada. Tres en 31 jornadas de Liga: 5-0 en el Camp Nou, 1-0 en El Sadar y 0-1 ante el Sporting en el Bernabéu. Y uno en los ocho enfrentamientos de Copa: 2-0 en campo del Levante. Los tres títulos se dilucidarán frente al Barcelona en tres semanas que pueden marcar una era.







