Fútbol

Fútbol / COPA DEL REY

De la Quinta al «Dream Team»

La última final entre Real Madrid y Barcelona, en 1990, con victoria azulgrana, supuso un cambio de ciclo

Día 19/04/2011
De la Quinta al «Dream Team»
ABC 
Rafael Gordillo y Martín Vázquez persiguen a Julio Salinas en la final de 1990

En estos días de nostalgia, de nuevo protagonistas aquellos nombres que son recuerdo efímero con el inevitable paso del tiempo, se tira de hemeroteca para dejar constancia de las otras cinco finales de Copa entre Madrid y Barcelona, enemigos irreconciliables aunque sus caminos están destinados a cruzarse.

La última, también en abril y con Valencia como sede, fue en 1990, ganador el Barcelona cuando no se le esperaba, catapultado desde ese momento porque ahí se gestó lo que vendría después. Eran tiempos felices en Chamartín y la Quinta del Buitre paseaba con orgullo por todos los campos, campeón de cinco Ligas consecutivas y empeñado en acabar con el maleficio de la Copa de Europa. Ese día hubo un cambio de ciclo en el fútbol español. La Quinta se dejó la puerta abierta y el «Dream Team» enterró a una generación única de futbolistas.

Cuentan los protagonistas que el partido del 5 de abril de 1990 era definitivo para Johan Cruyff, insuficiente el botín de la Recopa lograda en 1989. Era demasiado duro soportar la hegemonía del Madrid, que arrasaba en el torneo doméstico, capaz de marcar 107 goles en una sola temporada.

Le entrenaba ese día John Benjamin Toshack y en el Barcelona agotaba el crédito Cruyff, a quien le salvaron los goles de Amor y Julio Salinas. «Decían que se jugaba el despido», relata Ricardo Serna, «pero salió todo de maravilla. Era muy difícil ganar a aquel Madrid, pero fuimos bastante superiores». Como él piensa Guillermo Amor, que marcó de cabeza el primer gol después de que a Buyo se le escapara un remate de Ronald Koeman. «Nos jugábamos bastante».

«No son españoles»

Como siempre, no hay clásico sin que se hable del árbitro, especialmente cuestionado García de Loza en aquel jueves primaveral porque antes del descanso expulsó a Fernando Hierro y el propio Amor aguantó en el campo cuando se le reclamó la segunda amarilla. La derrota escoció en el madridismo y a Chendo, justo cuando terminó el pulso, se le calentó la boca: «Ha ganado un equipo que no es español», dijo sin reflexionar, aunque luego trató de disculparse al decir que era la afición azulgrana la que no se sentía española.

Fue el principio del fin para aquel Madrid porque en las cuatro siguientes temporadas vivió momentos muy desagradables a la sombra del Barcelona, con sonados trompazos como los de Tenerife. El Barça, por contra, se liberó y aparcó la deuda histórica con Europa cuando Ronald Koeman, con aquel zapatazo eterno en Wembley, le hizo campeón. Fue el 20 de mayo de 1992, que no hubiera existido sin el 5 de abril de 1990, en donde Cruyff anuló a Butragueño y Hugo Sánchez con una defensa compuesta por Aloisio, Koeman y el capitán Alexanco. Un 3-4-3 para la final, los inventos del gurú holandés.

El segundo gol, ya cuando agonizaba la noche, lo firmó Julio Salinas. «Recuerdo ese momento con mucho cariño», desveló el ex delantero, que coincide con lo que narra Serna. «Si ese partido se hubiera perdido, ese proyecto que se estaba gestando del “Dream Team” en el Barcelona se hubiera roto, porque quizá hubieran echado a Johan Cruyff».

Y ahí empezó todo. El Barça de Guardiola no se entiende sin recordar la figura de su mentor, personaje capital en un club del que salió de mala manera. El Madrid, por su parte, tardó en reencontrarse y pretende que esta final sea también en un punto de inflexión. Más que un clásico.

Búsquedas relacionadas
  • Compartir
  • mas
  • Imprimir
publicidad
Consulta toda la programación de TV programacion de TV La Guía TV

Comentarios:

Sigue abcdesevilla en...

Lo ?ltimo...

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.