Aexcepción de los miembros de la Familia Real que acudan al enlace de Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, los únicos españoles que se conozca van a estar entre los invitados (embajador aparte) son los responsable de Porcelanosa, su presidente, Manuel Colonques, que acudirá con su mujer Delfina, y el responsable de la firma en Reino Unido, Pedro Pesudo, que lo hará con su esposa Elia. Los dos matrimonios viajarán juntos, se alojarán en el mismo hotel y acudirán puntuales a la cita, a las 9,30 de la mañana, que es cuando tienen programada su entrada en la catedral. Desde ese momento se dejarán llevar por los organizadores del protocolo .
Sin duda alguna, la amistad de Colonques con Carlos de Inglaterra ha hecho posible esta invitación. Todo empezó en el año 1997 cuando Porcelanosa comenzó a colaborar con la Fundación del Príncipe de Gales. Colonques fue el promotor de esas ayudas que luego derivaron en una sincera amistad entre el Heredero de la Corona británica y el empresario de la firma de azulejos. La prueba está en que no sólo acudirán al enlace de su hijo Guillermo sino que también participarán del banquete. Como marca la invitación, los hombres irán de chaqué. El de Colonques lo firma Ermenegildo Zegna mientras Pesudo ha optado por combinarlo con chaleco y corbata azul, a juego del vestido celeste que llevará su mujer. El diseñador Eduardo Ladrón de Guevara firma el diseño de la señora de Pesudo que consiste en vestido de gasa y chaqueta de seda. Lo combinará con pamela gris de Philip Treacy y zapatos y bolso de Noelia García. En cuanto a la esposa de Colonques, Delfina Sanz, ha elegido a Lorenzo Caprile para su modelo que consiste en vestido y abrigo de color «rojo caprile» —«muy español», como dice la propia Delfina—, que llevará con una impresionante pamela de Michel Meyer en tono crudo con flores a juego y zapatos de Magrit. El bolso y los guantes son también de Caprile y las joyas de su propiedad aunque algunas compradas en Rabat. Ahora sólo falta que no llueva. «Han anunciado que de llover será más tarde, cuando estemos dentro de la iglesia», me comenta Elia.










