En un contexto difícil motivado por la caída de la demanda, el certamen catalán, con 92 años a cuestas, busca "dinamizar ventas" y consolidarse como uno de los más destacados, tal y como ha señalado el presidente del evento Enrique Lacalle. El salón reunirá 35 marcas, entre ellas Hyundai, que acudirá con los nuevos i40 sedán y Elantra. Por su parte, Audi mostrará el Q3 que se construirá en Martorell y Volswagen llevará el Beetle.
Los coches eléctricos e híbridos tendrán un papel protagonista en un pabellón específico. El certamen acogerá además empresas dedicadas a infraestructuras de recarga eléctrica, recambios, componentes y accesorios. La oferta comercial se complementará con un programa de actividades que incluirá demostraciones de frenado automático en ciudad, boxes para probar vehículos, pistas de 4x4 y concentración de superdeportivos, entre otras.
En conjunto, la cita ocupará 250.000 metros cuadrados y espera acoger la visita de alrededor de un millón de personas, aprovechando además que esos días se celebra el Gran Premio de España de Fórmula 1 en el cercano circuito catalán de Montmeló. En este sentido, aquellos que compren una entrada para asistir a la carrera podrán acceder a la muestra sin coste, mientras que los que adquieran una entrada para el Salón se beneficiarán de descuentos para la competición de F1. De paso, los que compren un vehículo en el salón tendrán oportunidad de estrenarlo más adelante en el citado circuito. En su anterior edición (2009), las marcas terminaron con entre 60.000 y 70.000 solicitudes de presupuestos para adquirir vehículos.