Valencia
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Levante
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La conveniencia rompió la esencia del derbi valenciano. El empate interesaba y hubo empate. Para el Valencia, el punto sirvió para certificar matemáticamente el puesto de bronce de la Liga. El tercer puesto hará que el equipo «che» juegue la próxima edición de la «Champions» junto al Barcelona y el Real Madrid. El puesto proporcionará importantes beneficios económicos —la plaza era objetivo mínimo de la temporada—. Y Manuel Llorente tendrá que decir en los próximos días si la clasificación supone o no que el club presente la renovación a Unai Emery. El punto, para el Levante, significaba volver a sumar por la permanencia después de una segunda vuelta de la temporada notable. [Narración y estadísticas]
El hermanamiento del que hicieron gala los técnicos Unai Emery y Luis García Plaza se rompió con el pitido inicial. A las claras quedó en el primer tiempo que no era un «partido del beso». Era un derbi. Y en esos partidos no se busca otra cosa que la victoria. Tal ambición, además de profesional y competitiva, es muestra de respeto a los aficionados. Saltaron chispas en el inicio. A los 21 minutos. Dos amarillas para cada equipo y un expulsado, Xisco Nadal, con roja directa para el Levante, que se quedaba con uno menos con 70 minutos por delante.
De la brega excesiva se pasó al dominio del Valencia y la espera de los azulgrana en la cueva. La posesión chocó una y otra vez con la poblada zaga levantinista. Jonas tuvo dos ocasiones claras para adelantar al Valencia, que pudo llevarse un susto con un remate de cabeza de Ballesteros y un chut de Caicedo al palo.
¿Qué fue de la tensión del primer acto? Perdió temperatura el partido tras el paso por vestuarios. No era difícil conocer el resultado en otros campos. Así el Levante salió replegado y el Valencia se quedó con la pelota. Algún chut de media distancia y algún centro templado. Y el murmullo en la grada, que quería más, pero ganó la conveniencia, pese a un palo de Mata.
Tuvo su último cuarto de hora con la camiseta del Valencia en Mestalla Vicente Rodríguez. Despedida tras once años en la casa y con el recuerdo de formar parte del grupo de jugadores que maravilló entre 2000 y 2004. El extremo dijo adiós.
