Ayer a mediodía atendió a la prensa en el photocall de presentación de «Piratas del Caribe: En mareas misteriosas», con un mono azul de Hakaan, acompañada por sus compañeros de reparto Samuel Claplin, Astrid Berger-Frisbey, el productor Jerry Bruckheimer y el director del filme Rob Marshall.
Penélope Cruz reservaba el «glamour» que ha paseado por
festivales y premières de medio mundo para la proyección de la película en los cines Kinépolis de Madrid. Era su primera alfombra roja en España tras convertirse en mamá el pasado mes de enero (de un niño llamado Leo) y sus fans se agolpaban en el exterior de la sala para conseguir un autógrafo suyo.
Pe cumplió durante más de media hora, firmando y haciéndose fotos. No obstante, su estilo apenas subió la temperatura entre los presentes. El vestido negro largo, de escote bustier, con cola y mangas bordadas en pedrería era correcto pero un tanto aburrido. La actriz completó el look con un moño italiano, pendientes lágrima y un clutch negro. Muy lejos del glorioso Armani rojo que lució en la presentación de la película en Munich, y qué decir del Givenchy blanco que se puso en Londres.
