Víctor Valdés: El portero de las finales, tan decisivo en París con sus intervenciones ante Henry como en Roma con Cristiano Ronaldo como amenaza. Cada día más seguro, ha cuajado una temporada perfecta, más importante de lo que aparente en el juego ofensivo del equipo.
Dani Alves: Más pendiente del ataque que de la defensa. Su verticalidad es vital en el ataque azulgrana, aunque debe estar pendiente de sus espaldas porque se despista con frecuencia. Su notable estado le ha valido la renovación y un contrato millonario.
Gerard Piqué: El pilar de la defensa, campeón con las dos camisetas. Se hizo futbolista de verdad bajo las órdenes de Ferguson y rompió con Guardiola. Lo ha jugado todo por las lesiones de sus compañeros y ha estado excelente. Tendrá mucho trabajo.
Carles Puyol: Una misteriosa lesión le tuvo meses fuera de combate, pero se ha puesto a tono para la gran final. Su presencia es una victoria moral para el equipo, que obedece siempre las órdenes del gran capitán. Puede levantar la tercera Champions en seis años.
Xavi Hernández: Si el juega, el Barcelona juega. Así de fácil. Xavi es la referencia, la brújula de este equipo, un futbolista superlativo por el que pasa siempre el balón para moverle como nadie. Hay que disfrutar de los años de fútbol que le quedan.
David Villa: La gente se cuestiona su temporada, pero los números tampoco son tan malos para ser su primer año en el Barcelona. Es verdad que el asturiano ha fallado muchísimas ocasiones, pero su papel es vital porque se mueve una barbaridad. Sólo le falta atinar.
Andrés Iniesta: El hombre del Mundial. Iniesta es irremplazable en el Barcelona y así se le considera en todo el mundo. Tiene un don y es el socio ideal de Xavi, vertical y superior en el uno contra uno.
Bojan Krkic: Fue una promesa y se destapó en la era Rijkaard, pero con Guardiola no ha tenido continuidad. Se ha quedado bastante estancado y su participación se limita a partidos secundarios. Tiene gol, pero le falta confianza.
Leo Messi: Sobran las palabras. Balón de Oro por segundo año consecutivo, un futbolista único, soberbio, de otro mundo. Marcó en la final de Roma y Guardiola le ha dado descanso en los últimos encuentros. Tiene hambre, nunca se cansa de ganar.
Jeffren: Testimonial en el equipo, lo único destacable de él en esta temporada es que marcó el quinto tanto de la goleada ante el Real Madrid. Rápido y vertical, tiene buen regate.
José Manuel Pinto: Suplente resignado a los partidos de Copa. No participará en la final salvo desgracia.
Javier Mascherano: Se ha ganado a la afición en su primer año como azulgrana por cómo es dentro y fuera del campo. Ha jugado mucho por las lesiones y en Wembley podría hacerlo de central si Abidal no llega bien. Defensivo, le sobra compromiso. El jugador que todo equipo quiere tener.
Andrés Iniesta
Seydou Keita: Uno de los protegidos de Guardiola por su entrega y sacrificio, un trabajador nato que jamás levanta la voz. Es una alternativa por si el partido reclama músculo. Llega bien desde atrás.
Sergio Busquets: Su presencia dependía de la UEFA después de aquel incidente con Marcelo, en el que se le acusó de insultos racistas. Es el equilibrio del Barcelona, el mejor en su posición, un futbolista cuyo crecimiento no tiene techo.
Pedro Rodríguez: Canario alegre, eléctrico, rapidísimo. Pedro, antes Pedrito, tiene el don de la oportunidad y siempre aparece en los momentos decisivos. Año intermitente por las lesiones.
Gabriel Milito: Ni rastro del central que fue. No se le espera en la final, aunque es un jugador muy querido en el vestuario, especialmente por Messi.
Maxwell: El brasileño ha ido de más a menos como azulgrana. Se ha lesionado con frecuencia y cuando ha estado bien no ha brillado demasiado. Le falta asomar con más frecuencia en ataque.
Eric Abidal
Ibrahim Afellay: Llegó en el mercado de invierno y su mejor jugada sirvió para que el Barcelona se adelantara con aquel tanto de Messi en el Bernabéu, en las semifinales de la Champions. Se le intuyen buenas maneras, pero aún no está del todo acoplado.
Adriano: Buena primera temporada. Superó a Maxwell cuando no estaba Abidal, pero se lesionó recientemente. Es ordenado y muy cumplidor.
Abidal: La noticia desagradable del año fue su tumor en el hígado, pero ha vuelto mucho antes de lo esperado. La enfermedad le pilló cuando estaba en un momento impresionante. Ha trabajado para llegar a Wembley. El vestuario le adora.
