Cristiano Ronaldo debería estar preocupado. No sólo por los posibles refuerzos que amenazan con hacer un Barça invencible la próxima temporada o por la eterna rivalidad que le enfrenta a un Lionel Messi cada vez más «galáctico».
Las preocupaciones del portugués deberían centrarse más bien en el reciente fichaje del Valencia, Adil Rami. Y no es porque el central francés de origen marroquí intentará impedir los goles del «crack» madridista en sus enfrentamientos, sino porque este hombre de metro noventa de altura tiene muchas posibilidades de convertirse en el nuevo sex symbol de la Liga española.
Su anatomía lo dice todo. Sus campañas de publicidad y su portentoso físico le han convertido en un hombre más que deseado, sobre todo en el colectivo homosexual que le ha dedicado portadas y reportajes. El muchacho de sólo 25 años, confesado heterosexual, acumula decenas de ex novias que, cuentan además, que sus atributos ocultos están también a la altura de su portento físico.
En 2009 fue elegido como el jugador más sexy de la liga francesa y ya ha posado con desnudos integrales en el calendario «Dioses del estadio». Cristiano Ronaldo, quien asegura realizar 3.000 abdominales diarios, tendrá ahora que hacer ahora algo más para ganarle el partido a Rami.









