Dos días después de que la canciller alemana, Angela Merkel, y el Presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, escenificaran en Berlín el acuerdo para evitar una posible insolvencia de Grecia ha llegado la hora de la letra pequeña. Y precisamente ésto es lo que empezaron a hacer anoche en Luxemburgo los ministros de Economía de la Eurozona, el Eurogrupo, que se reunieron de manera extraordinaria para analizar la situación.
La «Iniciativa de Viena» ya se puso en marcha en Rumanía y Hungría
La idea es, según se desprende del acuerdo hecho público el viernes en Berlín, que los acreedores privados de Grecia (bancos, fondos de inversión y aseguradoras, entre otros) participen en el segundo rescate de Grecia mediante la recompra de los títulos que vayan venciendo aunque, claro está, a cambio de unos intereses superiores, aspecto muy importante que empezó a discutirse anoche y sobre el que correrán aún ríos de tinta ya que no se prevé que haya un acuerdo definitivo sobre este segundo rescate, de un montante de alrededor de 100.000 millones de euros, hasta mediados de julio.
Iniciativa de Viena
Este sistema por el que los acreedores, tanto públicos como privados, ayudan al país que les debe dinero para salvarle de la suspensión de pagos ya se puso en marcha en la década de los noventa, en ese caso con Rumanía y Hungría, con un cierto grado de éxito, por lo que podría plantearse ahora una nueva reedición de la ya conocida como «Iniciativa de Viena».
Las incógnitas son ahora saber por cuánto tiempo tendrían que mantener sus posiciones en Grecia los acreedores así como los montantes de deuda que tendrían que recomprar a medida que ésta fuera venciendo, incógnitas ni mucho menos baladí.
El BCE, en contra
Sin embargo el mencionado mecanismo de ayuda con la participación de los acreedores privados también tiene detractores, y en este caso no son menores, ya que se trata nada menos que del Banco Central Europeo, que teme que los mercados interpreten la participación del sector privado como una manera de reconocer públicamente que, sin esa ayuda extra, el país se declararía en suspensión de pagos, lo que podría provocar que la desconfianza en Grecia se extendiera a otros países de la Eurozona y a la propia moneda única en sí misma, escenario en el que sin duda sufrirían los países más débiles en términos de equilibrio presupuestario público, como son Irlanda, Portugal, España, Italia y Bélgica.
Los belgas apuntan a que si Grecia cae la siguiente será Francia
Al margen de los espinosos detalles del segundo rescate de Grecia, el Eurogrupo empezó también a analizar si Grecia reúne las condiciones para acceder al quinto plazo del rescate de 110.000 millones de euros que le concedieron la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional en mayo de 2010.
Esta siguiente entrega, de 12.000 millones de euros, que se hará efectiva probablemente a principios de julio, se produce tras el nuevo compromiso de Grecia de hacer nuevos recortes de gastos y aumentos de ingresos, sobre todo vía privatizaciones, por importe de 28.400 millones de euros hasta 2015.
De estos 12.000 millones dos tercios correrán a cargo de los países de la Unión Europea y la parte restante saldrá de las arcas del Fondo Monetario Internacional, aunque todo mediante un sistema de préstamos.
Vénizelos, de estreno
El nuevo ministro de Economía griego, Evangélos Vénizelos, que se estrenó en el cargo ayer en Luxemburgo, aseguró a sus homólogos que su país cumplirá lo pactado «gracias a los esfuerzos de los ciudadanos de mi país y a la cooperación y ayuda de nuestros socios».
Por parte española la ministra de Economía, Elena Salgado, aseguró ayer que «confío en al menos desbloquear la siguiente disposición de fondos que necesita Grecia para los próximos meses, de alrededor de 13.000 millones de euros».
Aún hay diferencias entre el BCE y los estados sobre la intervención wde acreedores privados
En todo caso, y para aviso de navegantes, la ministra rebajó el cierto optismismo que salió el viernes de Berlín en el sentido de que si la participación de los acreedores privados en el segundo rescate de Grecia es voluntario «no se puede esperar que acudan el cien por cien de las entidades ya que precisamente la participación tiene carácter voluntario».







