Una de las sorpresas de la semana ha sido ver en las revistas a la actriz Victoria Vera junto al primogénito de la duquesa de Alba, el duque de Huéscar, con quien salió de paseo por Madrid. Los muy memoriosos recordarán que hace ya algunos años se habló de la estrecha amistad (por no llamarlo relación) que la actriz mantuvo con el aristócrata. Aquello se diluyó en el tiempo y lo cierto es que lo último que se conocía del duque en su plano sentimental era que mantenía una estrecha amistad (por no llamarlo relación) con Alicia Koplowitz, sin que hubiera planes de boda.
Hoy las imágenes de la actriz y el duque demostrarían que al menos la amistad la mantienen. Ayer Victoria Vera me aseguró que no va a hacer ningún tipo de comentario sobre esas fotos y en eso sigue siendo fiel a su costumbre de no entrar en asuntos personales. Lo que sí me confirma es que los procesos judiciales que tenía contra el productor Paco Marsó por el impago de unos trabajos en una obra de teatro que produjo el ex de Concha Velasco se han retirado. «Di orden a mi abogada de que retirara esa demanda porque en ningún momento quise que pudiera caer la responsabilidad en sus hijos», asegura. Victoria es una mujer muy sensata, muy profesional y por nada del mundo hubiera permitido que los herederos de Marsó tuvieran que hacer frente a ese pago. En cualquier caso, los otros deudores que tenían cuentas pendientes con el productor también se han quedado sin cobrarlas, ya que los hijos de Marsó lo primero que hicieron fue renunciar a la herencia de su padre. Asumir el legado implica asumir las deudas y en este caso había más en el debe que en el haber. Por eso su madre, Concha Velasco, les prohibió que tocaran nada de las cosas de su padre.