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Tiene 52 años y no recuerda ni un solo instante de su vida en blanco y negro. Quizás por eso para el diseñador catalán Custodio Dalmau, que saltó a primera línea de la moda internacional por seducir con sus extravagantes camisetas a consagradas estrellas de Hollywood como Julia Roberts, el color no es solo un medio, sino un estilo de vida. A principios de los 80, acompañado por su hermano David, recorrió en moto medio mundo para promocionar sus personales «T-shirts» de tonos estridentes y geometría imposible.
Ese viaje iniciático acabó en las playas californianas, donde quedó subyugado por el universo cromático de los surfistas. Desde entonces, el mar ha sido una constante en su vida personal y profesional. Tal vez por ello cada verano se refugia con su mujer y sus cinco hijos en una pequeña isla próxima a Lanzarote donde disfruta de sus dos grandes pasiones: el mar y la familia.
—¿Vacaciones tranquilas o marcha a tope?
—Marcha a tope. Me encanta practicar deporte, no concibo el verano sin él y sin mi familia, aunque a veces combinarlo es difícil. Entre mis actividades preferidas se encuentra el surf con cometa y el esquí acuático, deportes siempre relacionados con el mar.
—¿Es compatible esta actividad frenética con la vida familiar con sus hijos?
—Algunos sí me acompañan porque comparten mi pasión, aunque tengo cinco: de uno, cuatro, seis, diez y diecinueve años. Los más pequeños no me acompañan.
—¿Suele madrugar en verano?
—No es que me guste madrugar, pero viajando con cinco hijos, uno de ellos de un año de edad, los horarios son obligados. El reloj biológico no entiende de descanso.
—¿Tener hijos agudiza el ingenio?
—Trato de transmitir a mis hijos los valores que he heredado de mis padres. Ellos me aportan mucho en todos los ámbitos de mi vida, personal y profesional.
—¿Cómo se las arregla para conciliar su vida laboral y familiar?
—Si preguntas a mi esposa te dirá que mal, pero he cambiado muchos pañales, he dado muchos biberones. Me encantan los niños, si por mí fuera tendría siempre un bebé gateando por mi casa.
—¿Mar o montaña?
—Mar siempre, porque lo necesito para practicar deporte.
—¿Cuál es su rincón favorito en el que le gusta perderse en verano?
—Siempre voy a una pequeña isla situada al norte de Lanzarote, La Graciosa. Allí he encontrado la paz de unas playas que nada tienen que envidiar a las del Caribe. Es mi pequeño paraíso.
—¿Qué platos elige para el verano y con quién prefiere compartirlos?
—En general me gusta todo tipo de comida. He viajado por más de cien países y he probado muchas recetas diferentes. Si tuviera que elegir quizá me decantaría por la cocina peruana, la tailandesa y la japonesa, aunque en general me gustan todas las cocinas. No tengo un plato preferido, lo que sí tengo claro es que me encanta compartirlos con mi familia y amigos.
—¿Cómo suena su verano?
—No escucho un solo tipo de música durante las vacaciones. Me gusta la música en general y escucho mucha porque para crear es importantísimo inspirarse con música; es parte del proceso creativo. Mi ropa no existiría sin música de fondo.
—¿De qué huye cuando llegan las vacaciones?
—Del bullicio de las grandes ciudades. Viajo mucho durante todo el año y me muevo en ambientes urbanos, por eso elijo el mar en verano.
—¿Qué suele llevar de equipaje en vacaciones?
—Odio viajar con maleta. Suelo llevarme pocas cosas, mi equipaje es ligero. Nunca olvido un libro, camisetas, zapatillas y la ropa que necesito para practicar deporte, aunque con cinco de familia siempre voy con sobrecarga de equipaje.