Menudo momento desagradable vivió la otra noche la ex de David Bisbal, Elena Tablada, en el concierto del grupo Black Eyes Peas en Madrid. Se trataba de su primera salida «mediática» tras su separación del cantante, en la que le acompañaron su hermana y varios amigos entre los que se encontraba su íntimo, el ilustrador Carlos Buendía. Tablada lo pasó fatal e incluso se comenta que vivió momentos de tensión ante la reacción de muchas de las seguidoras de los músicos, que deben serlo también de Bisbal. Cuando la vieron ocupando un asiento en las gradas vip del recinto, se agolparon y se unieron para empezar a insultarla con todo tipo de descalificativos. Elena, en un primer momento, optó por hacer caso omiso del griterío y seguir como si no fuera la cosa con ella. Pero el tono de sus «enemigas» fue subiendo a medida que se iban animando y no era cuestión de seguir inmóvil más que nada para que aquello cesara y la dejaran tranquila. Abrumada por esa reacción, Tablada optó por abandonar las gradas y refugiarse en otra zona vip del estadio no tan a la vista de las que debían ser seguidoras infatigables de Bisbal. Lo cierto es que las críticas nunca le han faltado puesto que siempre hubo quien vio con malísimos ojos la que fue la puntilla que acabó con el noviazgo de Bisbal y Chenoa. Pero una cosa es escribir en los foros y otra insultar y vivir escenas tan desagradables como la que ocurrió en el Calderón. No me extraña que Tablada tenga ganas de desaparecer del mapa y relajarse tras la tormenta vivida estas semanas. Lo que ya no hizo fue apuntarse a la posterior fiesta en Kudetá. Ahora habrá que ver si se anima a hacer alguna escapada por Ibiza, donde ya se encuentra su amiga María José Suárez junto a su hermana y su íntima Raquel Rodríguez.
