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El consejo del Banco Central Europeo decidirá esta tarde si compra deuda italiana
Día 07/08/2011
Una semana tiene siete días y el incendio de los mercados no solo no se apagó el viernes, sino que la decisión de Standard & Poor's de rebajar la deuda de Estados Unidos ha mantenido viva las llamas durante este fin de semana y amenaza con reavivarse con fuerza mañana. Por eso, y ante lo que pueda suceder —y los augurios no son nada buenos— , el G-7 mantendrá este fin de semana una conferencia telefónica y el BCE, que el viernes quiso apagar el incendio con gasolina, celebrará hoy una teleconferencia para frenar la crisis de la prima de Italia y de España.
Por un lado, los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los siete países más industrializados (EE.UU., Francia, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido e Italia) abordarán la situación actual de la crisis de los mercados, especialmente la de la deuda. Esta conferencia telefónica servirá de preámbulo de la próxima cumbre del G-7, en un principio prevista para los días 9 y 10 de septiembre en Marsella (Francia). Fuentes del Gobierno italiano dijeron ayer que no está confirmado todavía, como anunció Berlusconi el viernes, que se vaya a adelantar esa cumbre.
Por otro lado, el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se servirá de la tecnología (teleconferencia) para analizar hoy los últimos acontecimientos relativos a la crisis de la deuda soberana de países de la eurozona y estudiar la posible compra de bonos italianos, según fuentes del propio BCE. Según esas fuentes, el consejo se encuentra dividido entre partidarios y detractores de la compra de deuda italiana. Incluso quienes apoyan la compra de bonos están divididos entre los que exigirían al Gobierno italiano medidas adicionales de ajuste antes de la intervención.
Varios países dijeron «no»
Ayer se pudo conocer también a través de fuentes anónimas que los representantes de Alemania, Países Bajos y Luxemburgo, cuatro de los 23 miembros del consejo de gobierno, votaron en contra de la reactivación del programa de compra de deuda pública el pasado jueves porque consideran que la implicación con la compra de deuda pública italiana o española supondría trascender las funciones propias del BCE como responsable de la política monetaria.







