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Durante los incidentes de los últimos minutos, el técnico madridista se enfrentó al segundo entrenador del Barça
Día 18/08/2011 - 16.01h
José Mourinho, técnico del Real Madrid, metió un dedo en el ojo al segundo entrenador del Barcelona, Tito Vilanova, durante la tángana que se formó al final del choque entre los jugadores de uno y otro equipo en el partido de vuelta de la Supercopa.
En las imágenes ofrecidas por televisión puede verse cómo Mourinho se acerca por detrás a Vilanova y le intenta meter un dedo en el ojo. Éste se revuelve y al ver a Mourinho le responde con un golpe en la cara. Preguntado en rueda de prensa por el incidente, Mourinho no quiso contestar, diciendo incluso que no conocía al segundo técnico, a quien llamó «Pito Vilanova».
Mourinho se ha mostrado satisfecho del juego exhibido por su equipo, y ha asegurado que los blancos "son mejor equipo" que en la temporada anterior. "Jugamos dos partidos muy buenos, muy completos, de noventa minutos. Jugamos muy bien los cuatro tiempos y me parece que somos un equipo mejor de lo que éramos el año pasado", ha explicado el portugués en rueda de prensa tras el encuentro en el Camp Nou.
Bajo su punto de vista, el partido que sus hombres han desplegado ha sido "espectacular", ya que han demostrado que "han salido a jugar".
Es por eso que el técnico ha recordado que "si miras los últimos seis partidos que han sido jugados, en los últimos cuatro meses, y miras los resultados, existe un gran equilibrio", por lo que ha augurado que el Real Madrid podrá plantarle cara al Barcelona esta temporada.
Aún así, ha evitado valorar el juego de su rival, aunque sí ha criticado la "desaparición" de los recogepelotas del Camp Nou en la segunda parte, una supuesta táctica que el portugués ha lamentado de su rival y ha calificado de "equipo pequeño" al Barcelona.
Por otro lado, el entrenador blanco ha evitado censurar la agresividad de dos de sus jugadores, los brasileños Pepe y Marcelo, este último expulsado en los minutos finales.
"Pepe y Marcelo me parece que han hecho un gran partido. El árbitro está para sancionar lo que tiene que sancionar y Pepe ha visto una tarjeta amarilla por nada en especial, y Marcelo sabíamos que una falta en medio campo siempre termina con tarjeta", ha opinado.
