En Vídeo
En imágenes
Noticias relacionadas
Nadie da su brazo a torcer, nadie pide perdón por el exceso o por la patada, el insulto o el golpe traicionero. Por el contrario, parece que el objetivo es —sea como sea— sacar el lado oscuro del otro, que lo tiene, para justificar los excesos propios. En el Madrid buscan provocaciones del Barça para excusar a Mourinho. Y lo cierto es que algunas han encontrado. En este aspecto, el problema de los blancos es que cuando montan bronca se les ve en exceso, mientras que el Barcelona actúa de manera más taimada.
Es por eso que los madridistas han tardado en buscar motivos para sus causas. Desde su banquillo dijeron primero que había sido Guardiola el que en el tercer gol les dice «sois una puta banda», mientras que la última versión difiere y dice que fue Vilanova el autor de las palabras y que por eso Mourinho reacciona así.
También han encontrado un vídeo de Messi que al marcar el tercer gol se dirige a Mou mandándole callar con un gesto de los dedos. La agresión de Villa (bofetón más que puñetazo a Ozil) y las declaraciones poco cautelosas e incendiarias de Xavi y Piqué han solidificado el muro de coartada madridista.
Lo cierto es que todos son malos, aunque unos más que otros y lo que también es cierto es que en cada Madrid-Barcelona se monta un pollo y en ellos siempre están implicados los mismos, con un protagonista común en todos: Mourinho.
En el Madrid, a qué negarlo, hay enorme preocupación. Intentan apagar el fuego diciendo que pirómanos hay también en el otro bando y, aunque no le falta parte de razón, lo cierto es que el que sale más malparado es el propio Madrid.
En este aspecto, la revista de Prensa mundial en todos los continentes golpea al club blanco con saña. Con ser malo eso, lo peor ha sido un artículo en el New York Times (que no es la Gaceta del Cotorruelo precisamente) titulado: «Por estas cosas a algunos no les gusta el Real Madrid», en el que destroza materialmente la figura de Mourinho. A Florentino le preocupan muchas cosas, pero el Times es para él como la Biblia sagrada, así que ha sido un duro golpe por la repercusión mundial que tiene en la imagen del Real Madrid.
Colgados del teléfono
En el día después de la batalla, los aficionados blancos esperaron en vano un comunicado del club en el que, por ejemplo, podían haber explicado que abandonaron el terreno de juego durante la celebración porque Seguridad de la Federación así se lo aconsejó. El caso es que no mandaron mensaje alguno, entre otras cosas porque, según parece, desde el club intentaron durante todo el día ponerse en contacto con Mourinho. No pudieron porque tuvo el teléfono continuamente desconectado.
Otro que también estuvo colgado del móvil fue Casillas. Según dice su entorno, llamó a sus colegas azulgranas para limar diferencias y logró hablar con Puyol. Luego lo intentó con Xavi y este no le cogió el teléfono. Hay cosas que resultan increíbles...






