Una semana, al menos, tardarán los servicios municipales de Medio Ambiente y las contratas de limpieza en retirar las toneladas de basura que inundan la base aérea de Cuatro Vientos que, al mediodía de hoy, vive la resaca de la visita de Benedicto XVI.
Desde primera hora del lunes, más de un centenar de trabajadores municipales y decenas de operarios de contratas de limpieza se afanan, rastrillo en mano, en hacer montañas de basura con los miles de kilos acumulados en una explanada que ocupa una superficie equivalente a cuarenta campos de fútbol.
Según han comentado a Efe algunos de los trabajadores y un miembro del aeródromo, más de doscientos camiones evacuarán diariamente las toneladas de basura, al objeto de
dejar la base operativa para el 27 de agosto. Botellas de agua, vacías y llenas, tetra-brick de zumo, envases de plástico, restos de comida, de pan, de embutidos y vasitos de ensaladas «natur fresh» que, por su abundancia, parece que han hecho las delicias de los peregrinos.
Y, entre toda esta basura, básicamente orgánica, alguna que otra rata campa a sus anchas mientras que un grupo de operarios se dedica a adecentar los alrededores de las decenas de letrinas que deberán ser desmontadas en las próximas horas o días.
Entre los montones de basura no faltan los paraguas que han hecho las veces de parasoles, las gorras y los sombreros que han llevado los peregrinos y que, finalmente, han sido desechados, y alguna que otra prenda de ropa interior -de hecho, unas bragas- aparecen entre las pilas de desechos. Aunque los encargados de la limpieza no han querido facilitar información a los periodistas desplazados sobre las previsiones en la zona, algún trabajador ha comentado que si bien una semana es el plazo estimado para adecentar la base, la limpieza se prorrogará hasta un mes debido a la ingente cantidad de basura.
Varios de los empleados también han confirmado que
una situación similar viven barrios aledaños como La Fortuna o Aluche donde, en especial, parques y jardines están anegados de desperdicios. Pero no sólo es la basura, los trabajadores se emplean en el desmontaje del escenario al tiempo que plegar las carpas que acogieron a los peregrinos se convierte en una de las misiones más difíciles.
Y, en este marco, de trabajo inabarcable, a decir de los propios trabajadores, 900 contenedores de limpieza esperan ser llenados con los kilos y kilos de basura que han ido quedando entre vigilias y misas a las que han asistido millón y medio de peregrinos.
La JMJ, en cifras
ASISTENCIACerca de un millón y medio de peregrinos acudieron a Cuatro Vientos, aunque muchos quedaron fuera por la imposibilidad de acceder.
INGRESOSLa patronal madrileña Ceim ha cifrado en 160 millones de euros los beneficios de hoteles, transporte y comercios. Otras organizaciones sectoriales rebajan esta cifra a un tercio.
CIUDADES COLINDANTESToledo ha recibido entre el 3 de agosto y el 21 a 18.549 extranjeros, lo que supone un tercio que un agosto normal, según su ayuntamiento.
LIMPIEZAEl ayuntamiento de Madrid ha movilizado a 1.373 efectivos de limpieza, de los que 600 son de Servicio Especial de Limpieza Urgente (SELUR) y el resto de limpieza diaria,
RESIDUOSMás de 127 toneladas de residuos se recogerán de la explanada de Cuatro Vientos. Como dato comparativo, en Nochevieja en todo el centro de Madrid los empleados municipales recogieron 17.700 kilogramos de basura; en la Cabalgata de Reyes, 28,2 toneladas; en la marcha del Orgullo Gay, 75 toneladas; y en el desalojo del punto informativo del 15M en Sol y Recoletos del pasado 2 de agosto, 26.940 kilogramos.
URGENCIAS MÉDICASEl Samur ha batido su récord histórico de atenciones sanitarias en un sólo dispositivo al atender a un total de 2.515 peregrinos.