Cesc Fábregas prolonga su sonrisa. Desde que llegase al Barcelona, el centrocampista ha encadenado alegrías cada minuto jugado con la zamarra azulgrana. El debut en Liga no ha sido una excepción.
Ocho años después de su éxodo a Inglaterra, Cesc vive en su sueño de chaval. Debutar y triunfar con el Barça. Tras levantar tres copas en tres partidos (las dos Supercopas oficiales y el Gamper) tocaba el estreno en Liga, contra el Villarreal.
El «4» debutó con honores. Guardiola le incluyó en el once y Cesc no defraudó. Gol en el primer partido. Delirio de la grada, que ha acogido desde el primer instante a un futbolista que no ha escondido sus colores.
Con Xavi en el banquillo, Cesc se sintió cómodo con el balón en el centro del campo. Buscó con ahínco a Messi y el argentino le recompensó con una asistencia magnífica. Fábregas recortó a Diego López y marcó el 2-0 segundos antes de que Turienzo Álvarez enseñase el camino a los vestuarios.
El estreno acabaría pasada la hora de juego. Entre aplausos, Cesc dejó su puesto a Jonathan Dos Santos. El fichaje estrella del Barcelona sigue en racha.







