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Sarah Jessica Parker se convirtió en la primera «it girl» (o lo que es lo mismo, «chica de moda») de la televisión gracias a su papel de Carrie Bradshaw en la serie «Sexo en Nueva York». Pues bien, aunque en varias ocasiones ha dicho que ella no tiene nada que ver con su personaje, sí se le ha quedado un toque de estilo y glamour muy «Carrie».
La actriz promociona estos días su nueva película, «I Don't Know How She Does It» y ha viajado al continente viejo para presentarla.
Su primera parada fue Moscú, donde aprovechó para visitar la ciudad, en vaqueros y zapatillas, y tomar fotografías de los lugares más icónicos. Pero también para lucir dos impecables looks: en el photocall de la película acudió con un vestido blanco estampado en negro y cinturón rojo de la colección Resort 2011/2012 de Prabal Gurung y ya por la noche, deslumbró con un impresionante vestido rojo de Giambattista Valli Alta Costura Otoño-Invierno 2011/2012, el mismo que Carlota Casiraghi llevó en azul a la celebración de la boda real monegasca.
Pero sin duda, lo que triunfa en un look son los detalles, y en eso, Parker tiene experiencia. Así, completó el estilismo con unos zapatos de Christian Louboutinde garras de león, con la inconfundible suela roja de la marca.
La actriz también quiso apoyar a uno de sus amigos, el diseñador Manolo Blanhik, que tanto obsesionó a su personaje televisivo, y que inauguraba boutique en Moscú. Así que nuevo look: esta vez, un vestido blanco con flores rosa de la colección Crucero Antibes de Chanel.
De Rusia la actriz ha saltado a Londres, donde hoy ha vuelto a confiar en Prabal Gurung con un vestido muy luminoso en negro, amarillo, rosa y blanco, con rosas estampadas. Y un nuevo detalle de 10: sus zapatos. Parker se ha subido a la firma de moda entre las estrellas, Charlotte Olympia, con un modelo en negro de plataforma de brillantina.