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La oposición se opone mayoritariamente a esa reforma de la Constitución, que necesita ser aprobada por el Congreso
Día 08/09/2011
Nicolas Sarkozy se dice oficialmente «determinado» a imponer en Francia la «regla de oro» del techo y el control constitucional del déficit público y la deuda de Estado. En la práctica, sigue aplazando indefinidamente la reforma constitucional anunciada hace meses.
Tras un semestre de gestos para la galería, la constitucionalización del déficit y la deuda ha entrado en una fase de imprevisible incertidumbre. El presidente Sarkozy anunció a mediados del 2010 que propondría la reforma constitucional, «siguiendo el modelo alemán». Meses más tarde, Sarkozy y Angela Merkel propusieron una «regla de oro» para toda la zona euro. Pero el proyecto francés sigue empantanado, víctima de bizantinas disputas políticas y electorales.
La oposición se opone mayoritariamente a esa reforma de la Constitución, que necesita ser aprobada por el Congreso (Asamblea Nacional y Senado reunidos en una sola asamblea). Hasta hoy, Sarkozy es mayoritario en la Asamblea Nacional y el Senado. Pero las próximas elecciones, dentro de unas semanas, podrían dar la mayoría en el Senado a la izquierda. La mayoría parlamentaria pide a Sarkozy la convocatoria del Congreso. Pero Sarkozy sigue aplazando esa convocatoria, temiendo correr el riesgo de un rechazo que tendría consecuencias catastróficas, más allá de Francia.







