No ha podido más y con motivo de una entrevista para el programa de Ana Rosa sobre otro malentendido (Cayetana quiso dejar claro que admira mucho el trabajo de Cecilia Gómez), la duquesa de Alba ha declarado públicamente lo mal que se encuentra por las declaraciones que su hijo Jacobo Fitz-James Stuart ha realizado asegurando que su madre nunca le ha dado nada. Cayetana ha explotado con unas revelaciones en las que asegura que su nuera, Inka Martí, es una mujer muy mala y mentirosa.
La duquesa considera que la influencia de Inka sobre su hijo ha propiciado el enfado de éste. El estallido de la duquesa no es por los problemas que Jacobo o Inka pudieran tener por su boda con Alfonso Díez, sino por lo mal que le ha sentado a Jacobo la manera en la que su madre ha repartido su herencia entre sus seis hijos. Cayetana le ha dejado una finca, después de ayudarle mucho estos años, como hizo cuando rehabilitó la masía que tiene en el Ampurdán, donde vive con Inka Martí y dirige su nueva editorial, tras vender el sello Siruela que creó con su ex mujer, María Eugenia Fernández de Castro. Según parece, Jacobo estaba convencido de que Cayetana le iba a legar su casa de Ibiza, algo que le había pedido, y su sorpresa llegó al ver que se la quedaba su hermana pequeña Eugenia.
Es la herencia y no la boda lo que ha separado a la duquesa del tercero de sus hijos. Ayer, después de esa conversación telefónica en Telecinco, la duquesa se fue a comer a un restaurante de Sevilla y a la salida se encontró con los reporteros. Al principio no quería hablar, pero como no es mujer de doble faz se ratificó en sus declaraciones sobre Inka e insistió en que es mentirosa y mala.
A sus 86 años a punto de cumplir y con toda la tensión que está viviendo, Cayetana no quiere más polémicas. Está muy dolida con su hijo Jacobo por cómo ha reaccionado. Pero hasta ahí llega su malestar. Cayetana adora a sus nietos, Jacobo y Brianda, no en vano hace pocos meses dejó que el enlace religioso de Jacobo con Asela se celebrara en los jardines del palacio de Liria, y adora a su ex nuera María Eugenia Fernández de Castro. Lo que ya cuesta creer es que los condes de Siruela se sumen al convite. Jacobo había dicho públicamente que iría, pero en privado los mensajes que ha mantenido con su madre en agosto han sido demoledores. Después de cómo Cayetana ha hablado de ellos, se da por descontado que renunciarán a ir a la boda en Sevilla, en la que estarán todas las ex nueras de Cayetana: María Hohenlohe, Matilde Solís, María Eugenia Fernández de Castro y Genoveva Casanova. A pesar de las rupturas matrimoniales, con todas mantiene una estrecha relación.