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Florentino Pérez reacciona con rotundidad cuando uno de sus opositores, Eugenio Martínez Bravo, argumenta que el Real Madrid tiene unos números rojos de 487 millones, un millón menos que el presupuesto 2011-12, que asciende a 488. El presidente de la entidad responde casi indignado, porque ha conseguido una reducción histórica de la deuda financiera neta del 30,6 por ciento: «En todas las grandes empresas la deuda real es la neta y la hemos rebajado desde 244,6 millones a 169,7. Eso es lo que debemos». El máximo responsable del club subraya estos números porque dirige la entidad deportiva que más ingresos produce en el mundo —480— y espera establecer en junio una nueva plusmarca: recaudará 506 millones si el equipo alcanza la final de la Liga de Campeones y llega a las semifinales de la Copa del Rey.
Ahora mismo, el presupuesto aprobado es conservador. Realiza una valoración mínima que solo cubre presuntas clasificaciones hasta los cuartos de final en Europa y en la Copa, números que de todos modos también significarán un récord: 488.012.000 euros. En un segundo baremo, el conjunto blanco producirá 12,5 millones más, hasta alcanzar los 501 millones, si repite la trayectoria futbolística del curso anterior, con la disputa de las semifinales en la «Champions» y de la final en la Copa española.
La mejor noticia del Real Madrid es que sus cuentas son actualmente un ejemplo de gestión para la UEFA. El máximo órgano del fútbol europeo aconseja a los equipos que sus gastos de jugadores —la clave de sus débitos— no superen el 69 por ciento de los costes totales. El conjunto blanco se sale de esas reglas, pero por brillantez. La plantilla supone solo el 45 por ciento del presupuesto.
Una cifra que Florentino Pérez ha conseguido después de comenzar, el año 2000, con un 92 por ciento dedicado a gasto de personal. El fichaje de Figo, 62 millones, tuvo mucha influencia en aquel porcentaje. Pero la empresa no optimizaba su capacidad de generar dinero. «Cuando llegué en el año 2000 me encontré un club que ingresaba 100 millones», dice el dirigente. En la campaña 01-02 los futbolistas ya significaron el 72 por ciento del coste. Diez años más tarde la caja se ha multiplicado por cinco, de 100 a 488 millones. Y el plantel significa el 45 por ciento de las cuentas.
