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Consciente de que se enfrentaba a un ambiente político reticente entre una mayoría de diputados, el presidente de la Comisión José Manuel Barroso ha acudido al Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo para anunciar «en una situación extremadamente grave» la aprobación de una propuesta para establecer una tasa a las transacciones financieras y la puesta en marcha del proceso para definir una fórmula de emisión de eurobonos, dentro de los límites actuales del tratado. Los eurodiputados han premiado con aplausos sus denuncias contra la vuelta al nacionalismo y a la renacionalización de las políticas europeas y le han pedido que la Comisión asuma las competencias del gobierno económico europeo que habían propuesto crear este verano Francia y Alemania.
«Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, hemos permitido que los mercados acaben siendo insostenibles y su comportamiento inaceptable y permitimos desequilibrios macroeconómicos entre los estados miembros», indicó.
«El BCE hará todo lo necesario para preservar el euro dentro de los tratados»
Todas las propuestas lanzadas por Barroso deberán pasar todavía por un largo proceso de tramitación, pero según los cálculos de la Comisión, la tasa sobre las transacciones financieras puede recaudar hasta 55.000 millones de euros. Este lunes y martes se reúnen los ministros de economía en Luxemburgo, donde probablemente darán su versión sobre las propuestas de Barroso, y el miércoles la canciller Merkel visitará oficialmente Bruselas.
El portavoz del grupo popular, Joseph Daul, le pidió que avance en la armonización de la fiscalidad de las empresas en toda Europa, como han hecho Francia y Alemania, «pero también es necesaria una homologación social en las condiciones de trabajo o de jubilación». El socialista Martin Schultz coincidió con Barroso en su ataque contra «el intergubernalismo que está hundiendo la Unión, porque los consejos no tomas decisiones y se ha vuelto a la diplomacia de las capitales». Guy Verhofstadt, portavoz liberal, insistió en que «estamos en el centro de la crisis, no en su final y se trata de una crisis que no solo afecta a la deuda griega, sino que afecta a la existencia de la misma UE».