En Vídeo
En imágenes
Noticias relacionadas
Marc Jacobs sorprende en París con una colección dulce y delicada y saca a la pasarela a una aniñada Kate Moss
Día 05/10/2011 - 13.51h
Marc Jacobs ha colocado un gran tiovivo blanco en el centro de la pasarela parisina donde presentaba su colección para Louis Vuitton para la Primavera/Verano 2012.
Una metáfora perfecta, la del tiovivo que gira, para una industria con constante movimiento donde todo regresa al tiempo. La colección prêt-à-porter que hemos visto hoy es el regreso de la lady correcta, bella, impoluta del principio de la década de los 60, con una amplia variedad de trajes de falda y chaqueta en una preciosa paleta de tonos pastel.
Es un giro radical desde la última colección del diseñador para la firma de lujo, que la última temporada proponía una mujer fetichista y sexual, para apostar ahora por una cándida y delicada mujer que no enseña la rodilla, con una largura muy de posguerra.
Así, hemos visto una gran variedad de faldas y vestidos bordados con flores o adornados con plumas, en tonos crema, azul cielo, amarillo pálido, verde aguamarina y blanco.
Otro «flashback» en la pasarela: Kate Moss. La modelo más rebelde de las últimas décadas ha dejado su faceta más rockera en
«backstage» y ha salido a la pasarela como una frágil muñeca, con un minivestido «babydoll» blanco perforado y decorado con plumas, sin mangas, con escote cerrado y falda de gran volumen.
Si la colección pasada, apareció fumando y con look «dominatrix» ante el gran público, ene sta ocasión, Moss parecía más bien un pajarillo o un angelito, cándida y dulce.
La colección cobra sentido con la ligereza de los cortes y los colores, la organza y los bordados de cristal.