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Los restos del piloto fueron recibidos por una multitud de trabajadores del aeropuerto romano de Fiumicino
Día 26/10/2011 - 10.02h
Gazzettadellosport
Poco después de las seis de la mañana en Italia, el avión que transportaba los restos mortales del piloto Marco Simoncelli, fallecido el domingo en el circuito de Sepang, durante la disputa del Gran Premio de Malasia, aterrizaba en el aeropuerto romano de Fiumicino en un avión de Malaysia Airlines procedente de Kuala Lumpur.
Pese a ser tan temprano y el intenso frío que hacía en el aeropuerto, multitud de personas, en su mayoría trabajadores del propio Fiumicino se acercaron a recibir los restos mortales del malogrado piloto.
Y junto al féretro, en todo momento, Paolo Simoncelli. El padre de Marco quiso aprovechar la presencia de los medios de comunicación para mandar un saludo en este duro trance a todos los aficionados de su hijo, por los que se ha sentido continuamente acompañado: «Un beso para todos».
Valentino Rossi, que voló en el mismo avión en el que lo hacían los restos de su carismático amigo Marco Simoncelli, declaraba al pisar tierra que «no los olvidaremos nunca».
Entre las personalidades que recibieron los restos mortales del piloto se encontraba Gianni Petrucci, presidente del Comité Olímpico Nacional Italiano (Coni).
