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Confiaba el barcelonismo en disfrutar de un partido balsámico tras la dolorosa derrota de Getafe, pero el guión, de entrada, no respondió a los deseos y las dudas sobre su equipo se dispararon después de una primera media hora de lujo de un Rayo torero que no supo matar cuando tuvo la ocasión. Perdonó a un rival desdibujado que supo desperezarse para recuperar el mando y conseguir un doble objetivo. Sumó los tres puntos y Piqué, que vio la quinta, llegará limpio de tarjetas a la batalla del Bernabéu. [Narración]
Acostumbrado en los últimos tres años a que el balón sea una propiedad casi exclusiva azulgrana, la salida de los madrileños angustió a una grada que se frotaba los ojos ante la presión de un equipo que jugó 30 minutos en el campo del Barcelona. Con Busquets de inicio en el banquillo, el planteamiento de Guardiola, con su vuelta a una defensa de cuatro, contribuyó a que los rayistas exprimieran su superioridad en el centro del campo. [Estadísticas]
La presión del Rayo ahogó al Barça, perdido sin balón durante la primera media hora de partido
Falto de la velocidad que le sobraba a Lass, el Barcelona se estiraba, pero se encontraba con un inspirado Cobeño que poco más pudo hacer para evitar el castigo que comenzó cuando Guardiola reorganizó la zaga. Incrustó a Alves en el centro del campo y equilibró las fuerzas. Mano de santo porque Messi y Xavi se encontraron por primera vez en la noche en una acción que culminó Alexis con un disparo en parábola que, tras tocar en el palo, inauguró el marcador. Se abrió el melón porque otra acción con los mismos protagonistas, con taconazo de espaldas involuntario del internacional español, fue aprovechado de nuevo por el chileno para acabar con un sueño de 30 minutos.
Valiente el Rayo, nunca bajó los brazos aunque Míchel desperdició la oportunidad de meterle en el partido al no acertar ante Valdés después de controlar en el área un lanzamiento de falta. Principio del fin de los madrileños porque Villa, más inspirado que en otras ocasiones, sentenció.
Piqué forzó la tarjeta con el partido ya resuelto y asegura su presencia ante el Real Madrid
Desfondado antes del descanso, no hubo posibilidad de reacción rayista en la reanudación porque Messi firmó el 4-0 cuando apenas había roto a sudar. Un tanto que engrosó la demoledora estadística del Barcelona en el Camp Nou, donde en Liga ya suma 34 tantos a favor y ninguno en contra.
Con todo resuelto, Piqué aseguró su presencia en el Bernabéu al forzar la amarilla, por lo que llegará limpio al clásico. Terapia para el Barça.







