En Vídeo
En imágenes
Noticias relacionadas
Gerard Piqué puede tener una cosa clara: no triunfará en el cine, puede que como modelo sí, pero en el cine no. Xabi Alonso sí, este sí que se puede ganar la vida con el arte de fingir. El madridista cometió una falta para provocar una tarjeta (la quinta y así quedar limpio para el clásico) que ni lo pareció. Limpio, suave, elegante, una obstrucción que casi no fue y tarjeta.
Piqué no. Piqué tardó 18 segundos para el mismo objetivo. Se empezó a gustar: se ajustó las medias, se atusó la melena, se acarició la barba de tres días y así hasta que Pérez Lasa, sonriente (¿de qué se reía, tenía gracia el asunto?) le sacó la amarilla. El problema es que desde que el Madrid de Mou hizo la pasada temporada la pantomima de tarjetas en la Champions, la UEFA modificó el Reglamento. Collina, el árbitro italiano, lo dijo bien claro: "No vamos a permitir que los jugadores digan cuando tienen que jugar o no". Así que modificaron la norma y, ante la evidente búsqueda de tarjeta para perderse un partido y quedarse limpio para otro, el Reglamento sancionaría con dos partidos en vez de uno.
¿No lo sabía Piqué? El caso es que resulta imposible demostrar que Xabi Alonso provocó la amarilla y resulta muy fácil decir que Piqué sí lo hizo. Así las cosas, con el Reglamento en la mano a Piqué habría que sancionarle con dos partidos, por lo que se perdería el partido con el Madrid. ¿Le van a sancionar, pues? No, no le van a sancionar. Aunque el barcelonista ha metido en un lío al Comité de Competición, su presidente, Alfredo Florez, tiene coartada: Pérez Lasa —que tampoco debe saber que la norma ha cambiado— no reflejó en el acta la evidencia de Piqué. Así que la Federación no se atreverá a meterle dos partidos al azulgrana. Y si se los mete, luego aplicarán la cautelar y cuando se decidan los dos partidos, el zaguero azulgrana ya habrá disputado el clásico.
Sea como sea a la Federación Española le va a pillar el toro. Si sanciona el Barcelona se le echará encima. Si no lo hace, el Madrid montará un lío. Este circo está lleno de listos, o no tanto...






