"La rabia, estaba en mí antes, pero Mourinho me la ha sacado con pequeños piques, provocándome. Ahora, realmente tengo rabia. No dejo nada en el campo". Lo ha dicho Karim Benzema en una entrevista que ha concedido a "France Football". Y lo demostró el sábado en el clásico. El galo fue el único de su equipo que aprobó con nota el duelo, merced a su ardor y su hambre insaciable de gol. La misma que le permite ahora puede anotarse una pequeña victoria merengue sobre el eterno rival: ha ganado el premio al mejor futbolista francés del año, batiendo al lateral izquierdo del Barça Eric Abidal.
El galardón lo otorga la misma "France Football", una de las revistas sobre balonpié más prestigiosas del mundo (en Francia la apodan "la Biblia del fútbol"), que hasta 2009 era responsable del Balón de Oro. Un galardón al que, precisamente, se refiere Benzema en la entrevista: "Quiero ganarlo alguna vez. Vine al Real Madrid con ese objetivo".
Por lo pronto, ser nombrado jugador francés del año es un buen aperitivo. El premio ya tiene 53 años de veteranía, y entre sus nombres ilustres están Michel Platini (lo ganó en 1976 y 1977), Alain Giresse (1982, 83 y 87) y Jean-Pierre Papin (1989 y 91). O los más cercanos Didier Deschamps (1996), Lilian Thuram (1997), Zinedine Zidane (1998 y 2002), Patrick Vieira (2001), Frank Ribéry (2007 y 2008) o Thierry Henry, el más galardonado, que lo ha ganado cinco veces (2000, 2003, 2004, 2005 y 2006).
Benzema sucede como titular del premio al extremo del Manchester City Samir Nasri. Toda una colección de grandes del fútbol de ayer y de hoy, que además son los que han encumbrado al delantero blanco: el jurado del premio lo componen sus antiguos ganadores.
A uno de ellos es a quien más tiene en mente: "Tengo ganas de seguir las huellas de Zidane", ha dicho Benzema, aunque admite que la comparación es delicada, dado que el astro madridista se encargaba de poner asistencias decisivas, mientras que su tarea es anotar tantos. En ese sentido, el delantero ha asegurado que sigue teniendo a sus referencias de siempre: Ronaldo Nazario y Samuel Eto'o.
Benzema también ha tenido buenas palabras para José Mourinho, con quien ha contado que mantuvo una charla cara a cara a principios de 2011 que "cambió muchas cosas". Una conversación tensa, dado que el técnico portugués le había criticado en público días antes, espetándole que no tuviese "suficiente hambre de gol". A favor del francés hay que decir que no estaba en su mejor momento: el desastre francés en el Mundial de Sudáfrica aún le dolía, y una pubalgia lastraba su juego.
"No estaba acostumbrado a hablar así con los entrenadores. Tenía ganas de discutir con él. Quería saber qué era realmente lo que esperaba de mí", ha contado Benzema sobre aquel encuentro crucial. Ahora afirma que Mourinho siempre ha confiado en él, y que es quien le ha devuelto al "buen camino".
El premio de "France Football", desde luego, es un gran empujón para seguir esa senda. Las huellas de Zidane. Las que conducen hacia un gol mítico que al joven francés todavía le falta: aquella espactacular volea que puso al Real Madrid por delante del Bayer Leverkusen en la final de la Liga de Campeones de 2002.
Los 5 mejores partidos de Benzema (2011)
La revista
"France Football" también ha seleccionado los que, a su juicio, son los cinco mejores partidos de Karim Benzema en 2011. Cinco actuaciones que justifican el galardón.
Francia-Brasil (amistoso) - 9 de febrero
El número 1. Fue un partido muy completo para Benzema: provocó la expulsión de Hernandes, tuvo numerosas ocasiones y firmó el único tanto en el minuto 54, a pase de Jérémy Ménez. Logró, además, una pequeña racha que había completado por última vez David Trezeguet en 2003: tres goles en tres partidos consecutivos con la selección francesa. Fue el atacante número uno del conjunto "bleu". El seleccionador Laurent Blanc quedó impresionado: "Cada balón que ha tocado ha sido peligroso. Esta tarde, Karim ha hecho un gran partido".
Lyon-Real Madrid (1/8 Liga de Campeones) - 22 de febrero
De "joker" a titular. Sucedió en el jardín que le vio crecer, el estadio de Gerland. Fue allí donde Benzema se fraguó como el favorito de Mourinho. Hasta entonces, Emmanuel Adebayor había sido el elegido por el míster para suplir la ausencia por lesión de Gonzalo Higuaín. Pero en Lyon, 43 segundos después de entrar en lugar de togolés, Karim anotó el tanto del empate final (1-1) y fue decisivo para superar a la "bestia negra" del Madrid. El técnico portugués decidió entonces convertirlo en su ariete habitual. Benzema respondió con una recha de ocho goles en los cinco partidos siguientes.
Real Madrid-Getafe (Liga BBVA) - 10 de septiembre
Una nueva dimensión. Anotó un doblete (puso el 1-0 en el minuto 13 y el 3-1 en el 69; el partido acabó 4-2) que supuso sus dos primeros goles en la presente Liga. Y lanzó un mensaje: "Estoy listo para romperlo todo". Aplicado e implicado, el francés aunó sacrificio y brío. Aportó puntos y espíritu ganador. Fue sustituido en el minuto 89 para recibir una gran ovación del Bernabeu. "Se ha transformado. Su actitud sobre el terreno de juego me ha parecido simplemente fantástica", dijo Mourinho.
Real Madrid-Ajax (Grupo A, Liga de Campeones) - 27 de septiembre
La estrella entre las estrellas. El partido contra el Ajax (3-0) apuntaló el camino de "KB9" para convertirse en uno de los mejores goleadores de la Liga de Campeones en el futuro: con 23 años, lleva 23 goles en Champions. Jugando a placer contra un rival sobrepasado por la velocidad del Madrid a la contra, Benzema regaló el gol de apertura a Cristiano Ronaldo, cediéndole el balón en una jugada mágica, en la que también intervinieron Kaká y Özil. Y él mismo se encargó de sumar el tercer tanto en el minuto 49. Fue un aviso para un Higuaín que vio el partido desde el banquillo.
Real Madrid-Barcelona (Liga BBVA) - 10 de diciembre
La clase. A los 22 segundos de juego, Benzema aprovechó un error en el pase de Valdés a Busquets para firmar, con una volea de derecha, el gol más rápido de la historia de los clásicos. Un gol que habla de la abnegación, el altruismo y la habilidad técnica del "nueve" madridista: inspirado, brillante y elegante. Adjetivos que completan su panoplia de ariete versátil. Los medios españoles son unánimes: el delantero francés fue, de lejos, el mejor merengue. Benzema perdió el séptimo (y último) partido del año contra el Barça. Pero ganó estima y respeto.