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Desde hace meses, el matrimonio de Paloma Segrelles y Emilio Álvarez se tambalea a raíz de una presunta infidelidad de él, que una cámara captó en una borrosa imagen donde se le ve besándose con una mujer. Después de meses de silencio, esas fotografías vieron la luz hace pocas semanas sin que nadie se haya atribuido la autoría de ese trabajo y, de ahí, que ahora se habla de un detective privado que podría haber seguido al esposo de Segrelles para conseguir pruebas de cara a un divorcio.
Es una de las posibilidades que circulan por los mentideros donde los amigos de la pareja aún no acaban de creerse esta ruptura y, más, cuando el matrimonio, padres de gemelas de dos años, sigue compartiendo techo en la casa de Puerta de Hierro donde viven tras su boda.
Durante los últimos cinco meses Paloma Segrelles ha llevado con absoluta discreción sus problemas matrimoniales intentando ver de qué manera podía llegar a un acuerdo con su marido y meditando una decisión que tomó el día que entendió que no podía seguir con esa situación.
Lucha por su intimidad
Por eso ya ha puesto el divorcio en manos de su abogado y así lo confirma en esta nota que ayer envió a ABC: «A todos los que habéis tratado con delicadeza la dura situación que atravieso quiero daros las gracias. Sé que además algunos teníais la información desde hace meses. He tomado la decisión de presentar la demanda de divorcio, ya que las circunstancias no han cambiado, y sí me gustaría poder recuperar mi intimidad, porque entiendo que mi situación una vez conocida carece de mayor interés, y confío en que a partir de ahora no encontraré prensa a la salida del colegio de verano al que van mis hijas».
Para Paloma, el hecho de convertirse en noticia por un acontecimiento tan íntimo la ha llevado a los titulares y los reporteros la esperan en la puerta de su domicilio para conocer su reacción. Volcada en sus hijas, concilia su labor de madre con su trabajo como directiva de Herbalife. Por el contrario, su esposo está mucho más tranquilo al no ser tan conocido ni tener trato con los medios salvo por su matrimonio.
Se da por seguro que a la vuelta del verano comenzarán los trámites de un divorcio que aún confían, por lo menos eso dice el entorno de Paloma, en que pueda ser de mutuo acuerdo para evitar tener que enfrentarse ante los Tribunales. En el caso de que no exista tal acuerdo,podría encontrarse con un juicio en el que tuviera que sentarse en frente de su exmarido, a quien le ha pedido en varias ocasiones que abandone el domicilio familiar, algo que no ha ocurrido en este tiempo. Según expertos, esas fotografías no servirán como prueba para demostrar una infidelidad en un tribunal.
