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Siembra de arroz / M. Ponce
Marco 2022-2027

El nuevo Plan Hidrológico otorga más de 200 millones de euros a la modernización del riego del arroz

Respecto a las dotaciones a los cultivos, se prevé un aumento para el olivar superintensivo y el almendro

05/07/2021 a las 07:00

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) mantendrá en consulta pública, durante un periodo de seis meses, el proyecto del Plan Hidrológico del Guadalquivir para el horizonte 2022-2027.

Un documento que quiere dar respuesta a la gestión de la demanda de un recurso escaso en un contexto de cambio climático, y al que todos los agentes ya pueden plantear observaciones y/o sugerencias, con objeto de enriquecer un texto que supone la revisión del Plan actual, aprobado en 2015.

No obstante, a diferencia de los ciclos anteriores, el programa de medidas del futuro Plan Hidrológico se caracteriza por no tener escenarios más allá del año 2027, por lo que el compromiso de ejecución de las medidas plasmadas en el documento tiene dicho ejercicio como fecha de ejecución máxima.

Precisamente, en el capítulo de inversiones del programa de medidas se incluye el proyecto de mayor calado para la provincia de Sevilla, como es el de la modernización del riego del arroz, dotado con un presupuesto global de 220 millones de euros que se reparte en varias actuaciones.

La obra pendiente

Así lo señala el secretario general de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía, Feragua, Pedro Parias, que explica que la obra consistirá, básicamente, «en restaurar y recrecer los canales existentes entre Peñaflor e Isla Mayor, así como la construcción de un tramo de tubería y de un sifón para pasar el agua de la margen izquierda a la derecha del Guadalquivir».

regadío
Cultivo de arroz / Agrónoma

En concreto, por un lado, «se destinarán 193 millones a dos proyectos de distribución en la margen izquierda, uno en la margen derecha, más la obra de recrecimiento del canal del Bajo Guadalquivir hasta la finca Las Cascajera en Dos Hermanas». Así, «entre la finca y el río Guadalquivir hay un canal y una tubería al que se enganchan el proyecto de distribución de la margen derecha a través del sifón que pasa por debajo del río, y los dos proyectos de la margen izquierda». Luego, «se destinarán otros 35 millones de euros a la obra del tramo común inicial del canal», apunta Parias.

Esta obra supondrá independizar las tomas del arroz que hoy están en el estuario de agua salina, permitiendo que el agua dulce llegue desde la presa de Peñaflor por el canal del Bajo Guadalquivir. Además, «los arroceros se ahorrarán el bombeo que tienen ahora desde el río a sus canales, un bombeo de poca altura pero de mucho caudal, por lo que tiene un coste energético alto».

De hecho, las 36.000 hectáreas de arroz en las márgenes derecha e izquierda del Guadalquivir, según los cálculos de Feragua, «ahorrarán entre 50 y 100 hectómetros cúbicos y hasta 10 millones de kilovatios de ahorro energético una vez se ejecute la modernización».

Se trata de una demanda histórica de los arroceros, una obra que evitaría situaciones como la de esta campaña de riego, en la que la falta de agua ha obligado a perder más de la mitad de la superficie del arroz que se produce en la provincia, haciendo muy complicado el cultivo especialmente en la margen derecha del Guadalquivir, debido a la salinidad del agua con la que riegan estos agricultores.

El presidente de Feragua, José Manuel Cepeda, valora «muy positivamente» la apuesta por la mejora del regadío, destacando también «los 10 millones de euros destinados a la construcción de una balsa de riego que dé servicio a la comunidad de regantes Marismas, con unas 12.000 hectáreas en los términos municipales de Los Palacios, Las Cabezas de San Juan y Utrera, siendo la única zona regable del Bajo Guadalquivir que carece de balsa donde almacenar agua».

El Pantano de Cuevas del Almanzora (Almería) / EFE-J.M.Vidal

En cuanto a las obras de regulación a ejecutar, el documento incluye 30 millones de euros para el recrecimiento del Agrio (Sevilla), e incluye los estudios de viabilidad y la redacción de los proyectos de las presas San Calixto (Córdoba) y Cerrada de la Puerta (Jaén), siendo éste último «el más importante de la cuenca para la reducción del déficit hídrico del sistema de regulación general y el de mayor garantía de futuro para la sostenibilidad de los aprovechamientos beneficiados por el Trasvase del Negratín-Almanzora», ya que «puede suponer un aumento de recursos significativos para la regulación general», apunta José Manuel Cepeda. No obstante, añade que «además de los estudios, nos hubiera gustado que se incluyera la ejecución de estas obras», lamenta el presidente de Feragua.

Agua para los cultivos

En cuanto a la asignación de recursos a las comunidades de regantes, Feragua critica que en algunas zonas regables del campo andaluz (sector arrocero en Sevilla, Comunidad de Regantes Fuente Palmera en Córdoba, Vegas de Jaén y Nuestra Señora de los Dolores y Santa María Magdalena en Jaén) se han reducido, lo que puede suponer una disminución de las dotaciones concesionales. A este respecto, Feragua adelanta que va a alegar, pues «no vamos a aceptar ninguna reducción de estas asignaciones que no tengan justificación técnica por parte del Organismo de cuenca».

Respecto a las dotaciones a los cultivos propuesta en el nuevo Plan Hidrológico hay «luces y sombras», ya que «como novedad, se permite que el olivar superintensivo llegue a 3.500 metros cúbicos por hectárea (m3/ha) y que el almendro alcance 5.400 m3/ha, pues se consigue que, previa justificación agronómica, se pueda dotar a la almendra como a los frutales. Además, se incluyen 4.500 m3/ha para el algodón y 1.290 m3/ha para el viñedo (dos cultivos que el anterior plan no incluía)».

No obstante, «se vuelve a condenar a la fresa, a la que se le asigna una dotación deficitaria de 4.500 m3/ha, lo que ya fue denunciado por Feragua en el anterior plan con estudios agronómicos de la Universidad de Córdoba, que justifican un consumo en función del tipo de suelos de entre 5.500 y 7.000 m3/ha, lo que exigiría dotaciones netas del entorno de 5.000 a 6.000 m3/ha».

Fresas / Agrónoma

Por otro lado, respecto a otras fuentes, se destinarán 20 hectómetros cúbicos de aguas regeneradas para el riego, un aspecto positivo «siempre que no suponga una disminución de los caudales ecológicos ni afecte a terceros usuarios con derechos establecidos que vean mermados la disponibilidad actual del recurso», apunta Parias.

Energía verde

Respecto a los recursos hídricos que se reservan para instalaciones de energía verde, fundamentalmente instalaciones termosolares que se hicieron en los años 2008-2012, ante la demanda creciente de hidrógeno verde (que necesita agua para producir ese hidrógeno para usos industriales y del transporte), se proponen 100 hectómetros cúbicos (hm3), 50 hectómetros más de los que ya había.

Feragua denuncia que este aumento «va a ir en contra del regadío», y manifiesta no entender dicho incremento «sin conocer previamente el grado de asignación actual de esos 50 hm3 iniciales asignados» pues, según los cálculos de la asociación, «apenas se han cubierto 20 hectómetros de esos 50 hm3, por lo que existe un sobrante importante de recursos pendientes de asignar». «Si quieren dar más agua, que se hagan más pantanos, pero no se pueden quitar más recursos al regadío, especialmente en un horizonte de cambio climático», sentencia Pedro Parias.

De hecho, el nuevo Plan Hidrológico prevé una reducción de las asignaciones de recursos en 102,26 hm3 para el año 2027, y descarta «nuevas concesiones o modificaciones de los derechos existentes que impliquen un incremento de la superficie regable o volumen de riego». Por tanto, «si no más agua para cubrir el déficit del regadío, cómo si la hay para otros usuarios», se pregunta el secretario general de Feragua.

Especies invasoras

Por último, el documento incluye también una serie de medidas relativas al control de especies exóticas invasoras, como que en los embalses dedicados al abastecimiento, en los que no se autoriza la navegación, se prohíbe también la utilización de elementos auxiliares del baño como flotadores, tablas, trajes de neopreno, etc., así como cualquier elemento que pueda favorecer la propagación del mejillón cebra y otras especies exóticas invasoras.

Infraestructura hídrica colonizada por el mejillón cebra / Agrónoma

Feragua recuerda al respecto que la amenaza potencial que representan las especies invasoras para el regadío andaluz asciende a 72 millones de euros, repartidos entre sobrecostes energéticos (30 millones), de mano de obra (38 millones), y tratamientos (3,6 millones).

Doble potencia eléctrica

Por otra parte, en relación al regadío, Asaja Sevilla lamenta que el Gobierno, una vez más, da la espalda a los regantes respecto a una de sus reivindicaciones más demandadas: contratar dos potencias eléctricas en un mismo año, adecuadas a las necesidades del riego.

En este sentido, la patronal agraria recuerda que el Congreso de los Diputados incluyó, dentro de los Presupuestos Generales del Estado para este año 2021 (Ley 11/2020 de 30 de diciembre) una enmienda que planteaba que, en el plazo de seis meses, se establecería una modalidad de contrato de acceso para regadío con la posibilidad de disponer de dos potencias diferentes a lo largo de 12 meses.

«El 30 de junio expiró oficialmente ese plazo de seis meses y nada se ha hecho respecto a ese necesario desarrollo reglamentario, por lo que sumamos un nuevo incumplimiento al sector». Ante esta situación, la patronal agraria señala que va a explorar si existe alguna vía legal para denunciar esta inacción respecto a lo publicado en el Boletín Oficial del Estado.

Asaja insiste en que la situación del regadío es «insostenible» desde que en 2008 desaparecieron las tarifas especiales para el riego, y «ante un nuevo tarifazo eléctrico que desde el mes de junio encarece los costes hasta en un 50%».

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