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Arroz / Millán Herce
Proyecto

Arrozúa procesará su arroz con energía solar fotovoltaica

La cooperativa da un paso más en la sostenibilidad, apostando por energía limpia para sus instalaciones

7 junio 2020, 08:59

La cooperativa Arrozúa, que produce el 40% del arroz cultivado en la Marisma, da un nuevo paso hacia la sostenibilidad del grano sevillano y apuesta por la energía fotovoltaica para alimentar la demanda eléctrica de sus instalaciones industriales, en concreto, la planta de descascarado y el molino de arroz blanco.

Se trata de un proyecto «previsto para este año, pero a raíz de la pandemia mundial que hemos sufrido, que ha ralentizado todos los trámites administrativos, hemos decidido aplazar su construcción al próximo año», señala el gerente de Arrozúa, Antonio Llopis.

Así, explica que «en la Asamblea General prevista para el próximo mes de septiembre se aprobará el proyecto solar para autoconsumo energético, que ya está redactado, con idea de que la planta fotovoltaica entre en funcionamiento para la campaña de 2021».

La firma sevillana «Forca Ingeniería» será quien llevará el proyecto, siendo responsable también de su diseño. Así, será una planta fotovoltaica para hibridación con red eléctrica, que ocupará una superficie de 5.000 metros cuadrados, con una capacidad de 600-700 kilovatios pico (Kwp). El consumo energético anual del molino de arroz y la planta de descascarado de Arrozúa es de 3,5 gigavatios hora (Gwh), aunque la planta producirá aproximadamente 1 Gwh al año, que se aprovechará al 95% en autoconsumo, no existiendo apenas excedentes.

Ahorro eléctrico

El ahorro eléctrico anual estimado en término energético es del 37%, lo que supone un plazo de amortización de la inversión de 2,5 años. El presupuesto de la planta fotovoltaica ronda el medio millón de euros, teniendo previsto la cooperativa ejecutar parte de este proyecto con cargo a una subvención de fondos Feader.

Los módulos, de 280 vatios pico (wp) de potencia unitaria, se instalarán en la cubierta de las naves mediante una estructura fija coplanar en aluminio, unas obras cuyo plazo de ejecución podría alcanzaría «unos cinco meses».

De esta forma, la cooperativa quiere afianzar su compromiso «con una producción respetuosa con el medio ambiente a lo largo de todo su proceso productivo». Un proceso del campo al consumidor, que nace ligado al emblemático espacio natural del Parque Nacional de Doñana, con un cultivo que prácticamente en su totalidad utiliza la Producción Integrada.

Se trata de un sistema que aprovecha al máximo los recursos naturales y reduce el uso de productos químicos, usando sólo los que no tienen efectos colaterales para preservar los hábitat o faunas salvajes. Y la industria no se queda atrás en este camino emprendido por los agricultores.

De hecho, hace tres años, Arrozúa ya acometió un importante proyecto para colaborar con el medio ambiente, reemplazando el gasóil, derivado del petróleo, por el gas como energía en el proceso de secado del grano, haciendo la combustión más limpia.

La instalación de las placas solares supondrán otro gran salto cualitativo para esta industria dedicada al secado, almacenamiento, elaboración, envasado, distribución y comercialización de arroz de cáscara y blanco, que está inmersa además en un proceso de automatización integral de todas sus instalaciones. Cuenta con una cosecha entorno a las 120.000 toneladas de arroz cáscara y envasa ya el cien por cien del arroz que produce.

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