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Naranja afectada por el aguado / RAIF
Sanidad vegetal

¿Qué enfermedades amenazan a los cultivos tras las lluvias?

El aguado, la alternaria o el mildiu son las patologías más habituales en esta época

24 marzo 2020, 09:34

La Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) ha elaborado un listado para advertir a los agricultores de que, tras las precipitaciones registradas este fin de semana, y «las previstas para los próximos días», algunas de las principales enfermedades que afectan a los cultivos pueden verse acentuadas. 

Por ello y con el fin de detectar cuanto antes estas plagas, desde la RAIF han analizado las principales características las enfermedades fúngicas más habituales en esta época.

Principales plagas

En los cítricos, los hongos que se pueden ver favorecidos por estas lluvias son el aguado y alternaria. El aguado es una enfermedad que afecta a los frutos cítricos maduros o en envero que están más cerca del suelo, seindo necesario para su desarrollo presencia de agua libre  y unas temperaturas de entre 18 y 24º.

La alternaria es una enfermedad para la que la lluvia y/o una humedad relativa alta y temperaturas cálidas son elementos que favorecen su desarrollo en las variedades Fortuna, Murcott, Nova y Tanggelo Minneola.

Asimismo, en numerosos cultivos como fresa, hortícolas, etc, en periodos de lluvia, es normal encontrar el hongo Botrytis cirenea, comúnmente denominado Podredumbre gris. Esta enfermedad puede aparecer en cualquier momento del ciclo del cultivo, atacando tanto a frutos como hojas.

Este hongo se desarrolla óptimamente en condiciones de elevada humedad relativa (>95%) y temperaturas entre 17 y 25º, explican desde la Junta de Andalucía.

Enfermedades de la remolacha azucarera

Por su parte, en el cultivo de remolacha azucarera, y después de producirse las condiciones óptimas de humedad y temperatura, es habitual encontrarnos con una presencia de enfermedades como cercospera y roya.

En este sentido, la RAIF destaca que la cercospera se desarrolla preferentemente en las hojas, atacando con más intensidad a las externas, siendo las condiciones óptimas para la germinación de las conídias temperaturas entre 25 y 30º, y  una humedad relativa superior al 95%.

En el caso de la roya, en condiciones de humedad suficientes, el hongo forma esporas en todos los estados de desarrollo, siendo sensible a temperaturas mayores a 22º, encontrándose sus condiciones óptimas de desarrollo con temperaturas entre 15 y 20º, y una humedad relativa superior al 95%.

Cereales de invierno

En el caso de los cereales de invierno, las enfermedades más comunes de hallar en estos cultivos son la septoria y la roya. La septoria es una de las enfermedades más importantes del trigo en el mundo; observándose también en cebada, centeno y triticale.

El inóculo primario se puede encontrar en los rastrojos o restos vegetales del cultivo anterior ya infectado, o por dispersión del viento. Además, el clima fresco y prolongadamente húmedo y nublado favorece el desarrollo de esta enfermedad.

Las infecciones de roya son comúnmente leves, producidas por uredosporas transportadas por el viento, que pueden haber recorrido largas distancias; iniciándose la germinación de estas 30 minutos después del contacto con el agua libre a temperaturas entre 15 y 25º, produciéndose generaciones sucesivas de uredosporas cada 10-14 días si las condiciones son favorables.

El mildiu en la vid

En la vid, la enfermedad que mayores daños causa es el mildiu. Este hongo sobrevive principalmente como oosporas invernantes en restos de cosecha (hojas), aunque también pueden sobrevivir como micelio en las yemas y hojas persistentes.

Respecto a esta enfermedad, la Red de Alerta e Información Fitosanitaria destaca que, una vez que los brotes alcancen los 10cm de largo, se produzcan temperaturas medias superiores a los 10º y haya una precipitación de al menos 10 mm de agua de lluvia en 1 o 2 días, comienza la germinación de estas oosporas, lo que se denomina «infecciones primarias». Además, «una vez se vuelvan a producir lluvias o humectación superior a dos horas, se vuelven a producir nuevas infecciones».

 

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