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Inmaculada Sanfeliu: «La geopolítica nos cierra mercados terceros de un día para otro pero abrirlos cuesta años y consolidarse en ellos más aún»

17/03/2025 Actualizado a las 11:00

Inmaculada Sanfeliu es la presidenta del Comité de Gestión de Cítricos (CGC), la principal organización del sector citrícola español dedicada a la defensa de los intereses de los exportadores y a la apertura de nuevos mercados internacionales. Con una amplia experiencia en comercio exterior y regulación fitosanitaria, Sanfeliu ha liderado numerosas iniciativas para mejorar la competitividad y la presencia de los cítricos españoles en mercados globales. En esta ocasión, nos hablará sobre el nuevo protocolo aprobado por India, que permitirá realizar el tratamiento de frío en tránsito para la exportación de naranjas españolas. Este cambio normativo, fruto del esfuerzo del CGC y otras instituciones, supone un avance clave para facilitar el acceso al mercado indio, un destino con gran potencial de crecimiento para el sector. Sanfeliu analizará el impacto de esta medida, las oportunidades que representa para los exportadores españoles y los desafíos que aún enfrenta el sector en la apertura de mercados fuera de la Unión Europea.

– ¿Qué impacto tendrá la aprobación del tratamiento de frío en tránsito en la competitividad de las naranjas españolas en el mercado indio?

En términos técnicos y logísticos, el cold treatment en tránsito para las naranjas hace viable la exportación a este destino. Además, la fruta llegará en mejores condiciones organolépticas. El anterior protocolo –el que ahora se ha modificado- imponía que el tratamiento de frío exigido para garantizar la no presencia de Ceratitis capitata se tuviera que realizar antes de embarcar la fruta. La naranja debía someterse en las instalaciones del puerto de salida a unas temperaturas de entre 0 y 1,1 grados durante entre 10 y 12 días. A este cold treatment se le debía añadir el transporte refrigerado durante los 21-30 días que se emplean en llegar al puerto de destino. La operativa, con tantos días de tratamiento de frío y de viaje en barco era carísima y afectaba a la condición de la fruta y en todo este tiempo no se habían podido consolidar los esfuerzos previamente realizados, con pequeños envíos entre 2015 y 2021, porque el protocolo era inviable. En la práctica, el tratamiento en tránsito representa la apertura técnica pero aún no del todo comercial del mayor mercado del mundo por potencial demográfico y crecimiento. Insisto que en términos comerciales sigue siendo un destino muy lejano y complicado, con una política arancelaria muy proteccionista con el agro, con aranceles del 30% y tasas especiales a la importación. Pero el primer exportador de cítricos en fresco del mundo -que es España- necesitaba poder llegar a esta plaza y por fin lo hemos logrado con las naranjas.

– ¿Cuáles fueron los principales retos que enfrentaron los exportadores españoles para lograr este cambio en la normativa india?

Técnicamente, todo tenía que salir perfecto. Y así fue. El envío experimental que exigían las autoridades hindús para modificar su normativa se realizó en junio de 2021 y es ahora cuando hemos obtenido respuesta positiva. Fueron diez exportadores asociados al CGC los que asumieron el riesgo -apoyados, eso sí, por la Administración nacional y autonómica valenciana- pero ahora será todo el sector el que podrá beneficiarse del envío de naranjas a este mercado. Las 246 toneladas exportadas con este programa fueron analizadas por las autoridades indias, que pudieron comprobar en los termógrafos de los contenedores que no se había roto la cadena de frío para su conservación ni producido incidencia alguna en el tratamiento de frío aplicado durante el transporte en barco hacia India. Más tarde, la carga pasó también los controles en materia de fitosanidad, de calidad y otros más específicos, por lo que se permitió despachar las dos partidas.

La geopolítica nos cierra mercados terceros de un día para otro pero abrirlos cuesta años y consolidarse en ellos más aún, lustros, incluso décadas. Así ocurrió con Rusia, que llegó a situarse entre el ‘top 3’ de los destinos más relevantes más allá de la UE pero que está cerrado desde 2014 a causa de la invasión de Crimea. En parecidos términos se puede hablar de EEUU que era un destino clave para las clementinas españolas, el primero no comunitario, hasta el veto -nunca acreditado- por la supuesta presencia de larvas de ‘Mosca del Mediterráneo’. Cuando comenzábamos tímidamente a recuperarnos, llegó en 2019 la crisis UE-EEUU por el conflicto Airbus-Boeing y nos impusieron aranceles del 25% que nos terminaron de desplazar de este destino. El Brexit también ha convertido a nuestro tercer destino en importancia en una plaza cada vez más complicada. La apertura técnica, los protocolos en materia de sanidad vegetal, los negocian los Estados miembros, en este caso España -y estamos muy agradecidos al buen hacer del Ministerio de Agricultura en este asunto- pero los acuerdos comerciales los negocia la Comisión con todo el peso de los 27. Este acuerdo ha tardado casi cuatro años en materializarse pero casi 16 desde que, teóricamente, se produjeron los primeros avances tras un viaje de la vicepresidenta del Gobierno, entonces María Teresa Fernández de la Vega, a La India en 2009.

– Además de las naranjas, ¿qué oportunidades pueden surgir para otros cítricos españoles en India a raíz de esta apertura del mercado?

No podemos perder de vista que nuestro primer y principal mercado es la UE, al que hoy dirigimos -y tras el Brexit- el 85% de nuestras exportaciones. India es la tercera mayor potencia citrícola del mundo y son grandes productores -por este orden- de mandarinas, limas, limones y naranjas. La importación de cítricos de India ha crecido mucho en los últimos años pero lo ha hecho casi exclusivamente de lo que menos producen, de naranjas. Con diferencia la fruta más importada no es la naranja, es la manzana. Allí gustan más las naranjas blancas, como Salustiana o Valencia pero este mercado está fuertemente dominado por Egipto, que tiene una oferta bastante más barata que la española y ventajas logística obvias por su proximidad geográfica. En mandarinas se trata aún de un mercado en evolución, que está en proceso de adaptarse a los gustos más occidentales -por ejemplo en cuanto a la presencia de semillas, que son mucho más permisivos o a la relación azúcar-ácido, porque valoran más el dulzor. La fruta importada allí tiene un precio entre un 50 y un 85% más alto que la nacional por lo que las importaciones dependerán del crecimiento de la clase media-alta, que es muy fuerte y sostenido. La percepción de los consumidores indios es que la fruta importada -especialmente la europea- es de mayor calidad y contiene menos químicos que la nacional. El canal minorista moderno (cadenas de supermercados e hipermercados) está ganando cuota con rapidez, lo que también facilitará una mayor penetración. Pero hay que ganar experiencia, conocer y superar los problemas que, por ejemplo, hay en cuanto al mantenimiento de la cadena de frío, asentar socios locales comerciales… Teníamos que estar y sobre el progresivo éxito de las naranjas esperamos poder asentar también en un futuro las exportaciones de mandarinas, para lo que también habrá que modificar los protocolos y aranceles.

Escrito por

Inmaculada Sanfeliu

Presidenta del Comité de Gestión de Cítricos (CGC)

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